Jim Carrey: Recientemente vuelto a la pantalla con Dos tontos todavía más tontos, Carrey compagina una jocosa carrera llena de éxitos con una historia familiar marcada por la pobreza y una psique repleta de demonios. Para él, el pintar es una actividad que le funciona como terapia, que le divierte y desahoga sus inquietudes, sin por ello dejar de lado su gusto por el absurdo. Su primera exposición, celebrada en California hace tres años, llevaba el elocuente título de Aquí no hay nada que ver. Su pintura, a veces de gran tamaño y que suele moverse por derroteros abstractos y surrealistas, al igual que sus películas, no deja indiferente a nadie.