Es evidente que cada familia es única y que ningún extraño es capaz de imaginarse lo que se cuece de puertas para dentro en cada casa. Sin embargo, el público de ‘Una gata sobre un tejado de zinc caliente’ será capaz de asistir al declive de la relación entre padres, hijos, hermanos y parejas al colarse en una habitación donde la intimidad no existe.
Amelia Ochandiano recupera la obra de Tennessee Williams para llevar a cabo esta versión del clásico en el Teatro Reina Victoria. La mentira, los cotilleos, la conveniencia o la negación son solo algunos de los temas que aparecen en el escenario al ritmo que Brick se va sirviendo una copa más de alcohol. Eloy Azorín interpreta a este joven que asiste al paripé organizado por su familia con motivo del cumpleaños de su padre -Juan Diego-, quien se encuentra al borde de la muerte y con la herencia aún por repartir.
El papel de gata que una vez tomó vida con Elizabeth Taylor es relevado en esta ocasión por Begoña Maestre, quien interpreta a una Maggie como principal detonante del conflicto de la obra. Superficial, pasional, interesada y vulnerable son algunos de los rasgos de este personaje que, ante todo, se presenta como una auténtica superviviente. La mujer de Brick es la que lanza la cerilla que prenderá toda la casa, sin que nos quepa ninguna duda de que sabrá escapar de las llamas trepando por el tejado de zinc.
Aunque en un primer momento puede parecer que Maggie es la protagonista de ‘Una gata sobre un tejado de zinc caliente’, son Eloy Azorín y Juan Diego los que consiguen pasar por las auténticas brasas de la trama sin llegar a arder. Han de quemarse, por supuesto, ya que ese es el único camino que les llevará a confesar esas verdades que han de decirse el uno al otro en mitad de una habitación repleta de falsas interrupciones.
En ese íntimo cuarto también hay espacio para una tormenta de granizo que apagará el fuego de un conflicto familiar que irá acompañado de un sutil juego de luces acorde con la carga sentimental vivida en cada momento por un fantástico elenco completado por Ana Marzoa, Marta Molina y José Luis Patiño.
Con ‘Una gata bajo un tejado de zinc caliente’ nos damos cuenta de que, en la verdad, también se esconde el dolor. La honestidad de Maggie, de Brick, o del padre este, nos resultará reveladora y necesaria, pero irá acompañada de una aflicción que únicamente desaparecerá cuando el personaje de Eloy Azorín oiga el click en su cabeza al dar un último trago a su vaso de whisky.
Ficha técnica
Versión y dirección: Amelia Ochandiano.
Reparto: Eloy Azorín, Begoña Maestre, Juan Diego, Ana Marzoa, Marta Molina y José Luis Patiño.
Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda.
Iluminación: Felipe Ramos.
Vestuario: María Luisa Engel.
Teatro Reina Victoria del 17 de marzo al 14 de mayo.
