Desayuno con diamantes es el claro ejemplo de que nada muere si alguien lo recuerda. Basada en la novela de Truman Capote que se publicó en el año 1958, el clásico, que nos ha acompañado durante toda la vida y que nos ha hecho reír, llorar y soñar, nunca se olvida. Dirigida por Blake Edwards y estrenada en 1961, esta amarga comedia ha sabido avanzar en el tiempo pasando de padres a hijos, adaptándose a cada época y cautivando a toda generación cada vez más. Y es que, ¿quién no ha soñado alguna vez con tener una vida repleta de lujo y placeres?
En su 60 aniversario, la historia de Holly (Audrey Hepburn) y Paul (George Peppard) parece estar más viva que nunca. Y no es sólo porque vive en nuestros corazones. Gracias a Notorious Ediciones, este año podremos disfrutar de un libro plagado de información sobre la película: cómo se elaboró, información sobre el director y los actores, la moda de la época, la música… y todo ello acompañado de una gran exhibición gráfica.
Esta vez podrás sentirte más cerca que nunca de la historia si asistes a la presentación del libro, que será el viernes 3 de diciembre a las 18:30 en el FNAC de Callao. Allí te encontrarás con la co-autora Lucía Tello Díaz y el editor Guillermo Balmori que, a través de una charla, descubrirán numerosas curiosidades de la película, anécdotas, información sobre las estrellas que conforman el filme, cómo fue el rodaje en España… y todo acompañado de material audiovisual con el que podrás sumergirte en esta obra maestra del cine.
Seis décadas, seis décadas en las que hemos tenido la suerte de poder ver a nuestra querida Audrey desayunando delante del escaparate de Tiffany’s mientras escuchábamos el instrumental de Henry Mancini, Moon River. Y hemos fantaseado con tener una relación como la que unía a los protagonistas. Quizá, esa haya sido la clave del éxito de la película, que parece ser inmortal.
«De repente, uno tiene miedo y no sabe por qué. (…) Cuando me siento así, lo único que me ayuda es subir a un taxi e ir a Tiffany’s. Me calma los nervios enseguida. Es tan silencioso y soberbio. Allí no puede ocurrir nada malo».