Esta aplicación para iPhone permite ponerle distintos tipos de filtros a las fotos a la medida del usuario. De una fotografía cutre puede salir algo decente si se le pone el filtro adecuado o eso es lo que parece. Se ha convertido en un fenómeno de fotografía colaborativa. Y ha sido la primera red social de fotos que se ha impulsado vía Twitter. La última actualización que ha hecho Instagram tiene más filtros y más funciones pero sigue siendo muy fácil de usar. Además ya están preparando la versión para Android y para acceder a la web desde un ordenador, un paso importante para seguir creciendo como red social.
Su aparición y su gran número de usuarios en tan poco tiempo confirma que al móvil no le queda mucho para ser la cámara de fotos que usemos a diario. Las imágenes se suben a la red al instante y tus amigos y seguidores las pueden ver, darle al “me gusta”, etc. Y esto es algo que las cámaras digitales no pueden hacer, se han quedado un poco atrás en lo que a compartir fotos se refiere. Tendrán que hacer algo si no quieren que aplicaciones como Instagram les hagan perder mucho terreno. Ahora mismo preferimos compartir a tiempo real que esperarnos a llegar a casa, pasar las fotos al ordenador, procesarlas y subirlas a la web.
