«El grafitero legal no me valía para la novela, quería de protagonista al que se mantiene fuera de la ley, el que opina que si es legal no es grafiti y que las ratas no bailan claqué». Así de contundente y sencillo
A veces regalan unos segundos de felicidad acústica, otras ensucian los oídos y en la mayoría de las ocasiones no se presta atención a su alma sonora. Son los músicos callejeros, los que enriquecen nuestra banda sonora personal cuando vamos al trabajo,