ONCE: LO BONITO DE LAS COSAS PEQUEÑAS

Una vez vi una película que no necesitaba efectos especiales para nada. Una vez vi una película que tampoco precisaba de presupuestos millonarios, ni de montajes perfectos, ni de fotografía artificiosa, ni de un guión rebuscado, ni de súper estrellas de Hollywood. Once(Una vez) no necesita ninguna de estas cosas porque nada de eso hace de una peli buen cine. Buen cine son esas películas que hacen que te metas en la historia y, una vez dentro, te cueste salir. Es eso, precisamente, lo que hace de Once una peli altamente recomendable.

En esta película no conocemos los nombres de los personajes en ningún momento. Son Él y Ella.  Él,(Glen Hansard) es un cantante y compositor que interpreta sus canciones por las calles de Dublín cuando no está trabajando en la tienda de aspiradoras de su padre (Bill Hodnett). Durante el día, para ganar algún dinero extra, interpreta temas conocidos para los transeúntes, pero por las noches toca sus propias canciones. Su talento no pasa desapercibido en Ella (Marketa Irglová), una inmigrante checa que vende flores en la calle. Ella también escribe canciones, pero nunca las interpreta en público y además, cuando ella toca el piano, es diferente. . Una tarde, los dos acaban de improviso haciendo un dueto en una tienda de música y será entonces cuando descubran que algo les une. 

Once desborda sensibilidad desde el primer fotograma. Es una película tan sencilla como bonita, donde la música funciona como hilo conductor del film, de la historia, de los protagonistas y, a veces, también como diálogo. Once es, efectivamente, un musical, pero no tiene absolutamente nada que ver con otros del tipo de Moulin Rouge, Chicago, Burlesque o Mamma Mia. No, nada que ver. El director, John Carney, sabía lo que hacía: Once se da un aire de documental y, por ello, lo que les pasa a los protagonistas resulta totalmente creíble. Aquí no hay números de baile, ni canciones metidas con calzador en la historia. Once es fresca, honesta y romántica sin caer en la cursilería, sin pretensiones, ni artificios.

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La banda sonora es de 10 y, además, la canción‘Falling Slowly‘ ganó el Oscar a la Mejor canción original. Y es que, los protagonistas de la película, más que actores, son músicos. Marketa Irglová es una compositora checa. Conoció a Glen Hansard en Praga e inmediatamente empezaron a tocar juntos y lanzaron The Swell Season. Glen Hansard, irlandés, es cantante, toca la guitarra y es uno de los miembros de la banda de rock irlandesa The Frames, donde, John Carney tocaba el bajo. Hansard empezó siendo un músico callejero en Dublín y ahora es uno de los músicos irlandeses más reconocidos.

Once es una película que no te deja indiferente cuando llegan los créditos finales y uno se descubre pensando: «Deberían hacer más películas como ésta», porque peliculas así no se ven todos los días, ni todos los años. Once es bonita, simplemente bonita. Y no, no se hacen pelis muy a menudo. 

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Año: 2006 Duración: 85 min. País: Irlanda Género: Musical. Drama. Romance | Música
Director: John Carney Guión: John Carney
Música: Glen Hansard, Markéta Irglová
Reparto: Glen Hansard, Markéta Irglová, Hugh Walsh, Gerry Hendrick, Alastair Foley, Geoff Minogue, Bill Hodnett, Danuse Ktrestova
Premios: Oscar – Mejor canción original, Sundance- Premio del Público (Internacional), Independent Spirit Award – Mejor Película de Lengua Extranjera

 

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