Miguel Ángel Poveda, jefe de Posproducción de Futbolín, es una esas personas que, detrás de las cámaras, se encargan de que el gran proyecto que es una película pueda llevarse a cabo. Y hoy está más contento que nunca: toda la alineación de Futbolín se llevó, en la pasada gala de los Goya, el premio a la mejor película de animación.
Nos cuenta que el culpable de su pasión por el cine, y de su trabajo es sin duda Steven Spielberg, al que siempre ha admirado; que El Rey león es la película que más le ha macado. Explica que trabajó en ella cuando solo tenía 27 años, y fue todo un orgullo, y una gran responsabilidad la confianza que Disney depositó en él, “fue una locura trabajar en esa película, y la llevaré en el corazón siempre”. Le pedimos que nos revele cuál es, según su criterio, el mejor actor. Se queda callado, piensa, y pasa palabra, es imposible decidirse, con cada película conoces gente que sorprende.
Futbolín, la primera película de animación de Campanella, y recibe un Premio Goya, ¿cuál piensa que es el secreto?
El secreto de la película es que no se trata de una película pensada solo para críos, sino que cuenta con una historia central que tiene un guión muy elaborado. Ese es el gran secreto de Campanella, que todas sus películas tienen detrás algo más. No es una película concebida exclusivamente para niños, también para chicas, chicos, personas de cualquier edad.
Háblenos de cómo ha sido este trabajo.
Ha sido una locura en todos los sentidos. Porque Campanella es un genio, una persona muy creativa. No es nada conformista y siempre busca mejorar y mejorar. Por otro lado, la tecnología que se ha usado en estos cinco años que ha durado la grabación de la película ha ido cambiando y mejorando. Se daba cuenta de que la tecnología le permitía hacer cada vez más cosas y el trabajo se convirtió en una corrección constante. Su nivel de exigencia y creatividad es brutal, y con una persona así nunca te cansas de crear cosas. Ha sido un auténtico placer trabajar con una persona tan exigente.
Cuáles son las ventajas de la animación frente al que podríamos llamar cine tradicional? ¿Y los inconvenientes?
No me planteo que los géneros en cualquier película, ya sea animación, drama, musical, terror o western tengan ventajas o inconvenientes, sino que tiene su público. A ese público le podrá gustar más o menos, pero no tiene inconvenientes. Sí que es cierto que para esta película por ejemplo, hubiera sido imposible hacerla sin animación. Cuando se planteó hacerla con personajes reales, vio que era imposible transformar a los actores en muñecos de un futbolín, no iba a ser creíble. La animación entendida como un recurso narrativo para contar cosas que no se puede hacer con personajes reales, bienvenido sea. Es una gran ventaja.
Tu labor como Post-productor le ha permitido trabajar con grandes del mundo del cine, ¿qué momento recuerda como el más especial de su carrera?
Hay muchos, porque son más de 600 películas, y claro, he trabajado con gente de todo tipo. Pero hay dos grandes figuras que han marcado mi carrera. Sydney Pollack, cuando hice con él la película El Intérprete. Fue una maravilla trabajar con él, y las facilidades que puso. Entendía que la versión castellana era mi versión, y que hiciera lo que tenía que hacer, cuando la película era suya. Phil Collins en Tarzán fue una locura. Hice las canciones con él. He tenido mucha suerte de haber trabajado con este tipo de gente y de haberlos conocido. Cada película es un mundo, cada película te marca. A veces no son gente tan famosa y la película termina convertida en una auténtica locura. Me pasó con El Rey león, en la que no había grandes figuras, pero fue una delicia esa expeciencia, o Pesadilla antes de Navidad. Hay momentos para cada película.
A veces el público no termina de tener claro cuál es el verdadero trabajo del productor de cine, ¿exactamente en qué consiste?
Pues en realidad es el auténtico dueño y señor del producto, la película es suya. En los Goya o en los Óscar, cuando dan el premio a la mejor película sube una persona que nadie conoce y que es el productor. Es el que ha invertido cuatro, cinco o seis año de su vida en hacer realidad ese proyecto, el que ha contactado con todo ese plantel de gente: actores, directores, operadores de cámara, técnicos… El que ha conseguido el dinero, la financiación. Al final la película es suya, igual que el riesgo que asume, todos los demás trabajan para él. Es un papel evidentemente desconocido, pero son los que hacen posible el cine. Tenemos que empezar a pensar que la película no es del director o de los actores, sino de quien la produce.
Piensa que esta labor sigue estando poco reconocida en el mundo del cine?
Somos los grandes desconocidos, pero bueno, es el papel que nos toca sufrir, no pasa nada, es el rol que tenemos.