Hace alrededor de una semana apuntábamos que en Fanzine Radar teníamos un problema de digestión. Que hay cosas que necesitan su tiempo. Que hay placeres que tienes que degustar. Y es que hay discos que tienes que interiorizar. Letras que tienes que memorizar y destripar, sonidos que tienes que dotar de sentido e inyectarle poseía a cada palabra que escribas sobre él. No son amores fugaces sino relaciones trabajadas y sentimientos profundos.No son escuchas pasajeras sino temas que van a formar parte de ti, de tu vida y que no puedes tratar como a putillas de una noche de verano.
El pasado 24 de mayo hemos podido, por fin, tener entre las manos el nuevo Ep de Extremoduro, de Roberto Iniesta; Material Defectuoso. Un material, que de defectuoso no tiene ni su primer ‘Desarraigo’ ni la esquina de esa ‘Calle esperanza (sin número)’ donde el sol va tan despacio. Un material, que ha tardado un par de años (tres) en ver la luz, y que ahora nos regala la diva maldita, el chute sonoro, el suicida prodigioso. Seis temazos de mierda que suenan mas dulces que nunca, donde la voz de Robe se templa ante la belleza de unos estribillos sin estribillo, de unos golpes de fuerza certeros, golpes, al fin y al cabo, de majestuosidad dentro de la sin razón. 
Y también tuvo un descanso, o porque no decirlo; una falta de inspiración. Cinco años de sequía de donde nació La Ley innata. Del que decían que era su mejor trabajo. Para mí, una nueva etapa de este extremeño sangrado por el zarpazo del genio. Porque pasamos de guitarras eléctricas y desafiantes, en donde su voz era desgarrada y ruda, a una en la que se torna perecedera y descansa, tomándose un güisqui doble, a la sombra de sonidos mas maduros, baladas mas equilibras como ‘Dulce introducción al caos’, inyecciones de su rock mas natural en su Segundo y tercer movimiento y hasta donde se atrevió con atisbos flamencos en lo que podía ser un homenaje a esa etapa de caos en Granada.
Con este nuevo trabajo, el señor Iniesta nos ha metido un gol por la escuadra, de esos que te dejan con la boca abierta. Nos ha llenado la cabeza de las composiciones mas bellas que nunca ha realizado, de los sonidos mas pulcros de los que solo un virtuoso como él, es capaz de crear. Ha demostrado que Robe, solo hay uno. Y no somos ni tu ni yo. Es la droga mas extrema y dura que no ha brindado. Criticada, como todo lo que hace, pero contemplada con envidia por todos lo que no se acercan a hacer nada parecido. Extremoduro marcó una etapa en las la vida callejera de mucha gente, y a sus cincuenta años, de los pocos rockeros que siguen al pie de cañón y sin desfallecer, nos sigue mandando a todos a tomar por el culo. Porque él, es el que manda.
El dueño de las letras profundas y los sonidos de las noches de insomnio.
La búsqueda de la desesperación con temas como ‘Si te vas…‘ que andan y hablan por si solos, el mazazo de realidad social con ‘Otra inútil canción para la paz’…o el ‘Tango suicida‘ a pecho descubierto. Desde aquí, sin mucho mas que decir, solo podemos darle las gracias al señor Iniesta por abrirnos la puerta, una vez más, a un abismo de sensaciones indecentes, que como la antitesis de Jesucristo García: nos ha puesto a todos ciegos.
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