LOS MAPAS DE VETUSTA MORLA

Han vuelto y su disco era uno de los más esperados.  Desaparecieron a finales de 2009, lanzaron una bomba de humo y nada más se supo de ellos. Se han hecho de rogar, hasta esta semana, cuando, por fin, ha llegado el segundo álbum de Vetusta Morla, Mapas.                   

¿Sufrirán la famosa maldición del segundo disco?

Sacaron su primer álbum Un día en el mundo en 2008, pero el grupo llevaba diez años de andadura musical ya por aquel entonces. El boca-oreja se desmadró, todo el mundo hablaba de ellos y su nombre siempre iba seguido de la misma coletilla repetida hasta la saciedad: “Artista revelación”. El periodista musical Santi Alcanda consideró su debut “el mejor primer disco de un grupo en la historia del rock español” y se han hartado de recoger premios. Quien no les haya visto en directo es porque no ha querido, porque estos madrileños han dado más vueltas a España que el tour ciclista.

Si,vale, todos sabemos quiénes son Vetusta Morla y ya nos hemos enterado de que Pucho y los suyos están de vuelta y si bien la prueba de fuego de muchos artista se mide con el segundo álbum, sin ponernos demasiado proféticos podemos adivinar que su nuevo disco se colará, sin problemas, en los más vendidos cuando salga en formato físico en unas semanas. Porque Vetusta Morla sigue haciendo las cosas a su manera: han sacado su disco en streaming y a la venta en formato digital en su web antes de llevarlo a las tiendas, lo han presentado en Argentina antes que en España y aunque filtraron En el río hace unas semanas y todos pensábamos que sería su single presentación, han dedicido que no.

Mapas está compuesto por 12 temas y los que les comparaban con Radiohead pueden seguir haciéndolo, porque este disco sigue sonando a la banda de Thom Yorke y a OK Computer, pero dejando estas cosas a un lado – porque ya este tema aburre – Mapas no está mal, no está nada mal 

El disco empieza bien, con Los días raros, una canción tímida, intimista y bonita que consigue envolverte y nos mete en esa atmósfera tan carácteristica de Vetusta Morla. Pero la verdad es que temas como Valiente o Sálvese quien pueda no hay. En este disco vuelven a brillar las guitarras y baterías como ya lo hicieron en Un día en el mundo y a pesar de hacer falta escucharlo un par de vez para que el radar de “súperéxito” se encienda, éste finalemente se pone en On con Lo que te hace grande, porque se acaba y es fácil sorprenderse a uno mismo dándole al botón de repetir de forma impulsiva, una vez y  otra vez más.

En Mapas hay un par de canciones que muchos esperábamos: Boca en la tierra y Maldita dulzura, que tienen todas las papeletas de convertirse en clásicas de este disco como en el anterior lo fueron Copenhague y Otro día en el mundo, por ejemplo. Boca en la tierra por su fuerza y por sus estrofas (Ahora alumbras las horas con guiños que se escapan cubriendo el recuerdo con bandejas de plata. Y nos echamos tanto de menos que nos da por despegar en avenidas de pegamento, clavados por las rodillas), Maldita dulzura porque los que nos hemos tragado varios conciertos de Vetusta ya nos la sabemos. Este tema, el corte 9, se presentaba en los directos de la gira anterior y la gente se quedaba hipnotizaba. La letra es preciosa (Hablémos para no oírnos, bebamos para no vernos. Hablando pasan los días que nos quedan para irnos, yo al bucle de tu olvido, tú al redil de mis instintos) y en concierto esta canción supera a la versión del disco

Mapas es más flojo que aquel debut de 2008, y a la primera vuelta, la indiferencia y la confusión no son sensaciones difíciles de experimentar. Pensar “¿me gusta o no me gusta? no es complicado, pero igualmente, hay que admitir que el disco gana  con las escuchas. Los siete primeros temas son muy buenos, pero el útlimo tramo de Mapas se hace algo cuesta arriba. Quizá el orden de las canciones no es el más acertado y esos mismos temas salpicados a lo largo del disco resultarían menos monótonos (Cenas ajenas). En este álbum las letras vuelven a estar llenas de metáforas, son a veces surrealistas, a menudo rizan el rizo y son rebuscadas, pero es esa, precisamente, una de las carácteristicas más especiales y que más desmarcan a Vetusta Morla de muchos otros grupos parecidos.

Este disco es más blandito, bastante más tranquilo que Un día en el Mundo y, aunque decir que lo supera podría no ser acertado, si podemos decir que lo complementa. Mapas suena elegante, cuidado y disfrutable y, seguramente, sonará mejor en directo, porque, en concierto, Vetusta Morla son contudentes y no fallan. En este disco hay un par de canciones que necesitan salir, encontrarse con la gente y dejarse tararear.

No sé si será por la personalísima e hipnotizante voz de Pucho, pero admito estar vetustizada y, aunque mi sentido de la orientación siempre ha sido malo y los mapas y yo no somos amigos, perderme por los Mapas que trazan Vetusta Morla me gusta.                                                                                       

Los de Tres Cantos se ríen de la maldición del segundo disco con entradas agotadas en sus primeros conciertos. El SOS 4.8 es el pistoletazo de salida a un sin fin de festivales y, desde luego, verles en directo no va a estar complicado. Bienvenidos de nuevo, Vetusta, ya teníamos ganas.

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