Tres conciertos en tres días por la península, ocho horas de viaje desde Barcelona a la capital, una noche catalana con robo a la furgoneta incluido, calor tórrido y falta de oxígeno en la Moby Dick, chapurreos en castellano más o menos correctos, sonrisas, risas… pero sobre todo, mucho espectáculo. Chew Lips llegaron por primera vez a Madrid el viernes por la noche para llenar la Moby Dick de ritmos electrónicos y de la voz de Tigs; un auténtico show que no dejó indiferente al público con sus movimientos y con su impecable instrumento vocal.
La gira europea de Chew Lips está siendo un verdadero laboratorio de sonidos. Como ya avanzaba Alicia Huertas AKA Tigs en la entrevista realizada en FANZINERADAR, cada concierto sería una oportunidad para probar los nuevos temas que formarán su próximo disco; de esa manera, comprobarían de primera mano cómo suenan las canciones en 
directo y la reacción de sus asiduos oyentes. Eso sí, fueron conscientes de que no podían dejar a su público sin algunos de los temas de su primer disco, Unicorn, como la incombustible ‘Play Together’ o la gran balada de Chew Lips, ‘Karen’, de las más aplaudidas de la noche.
La gran probeta en la que se convirtió la Moby Dick generó una auténtica explosión. Las nuevas composiciones, que surtieron la mayor parte del setlist (ocho temas de catorce) sonaron potentes y con un toque de evolución en el sonido con respecto al primer disco. Es el ejemplo de ‘Eagle’ (que el sábado lanzaban gratuitamente a través de su web oficial), un tema más cercano al synth pop que a la electrónica pop reinante en Unicorn; o ‘Pelican’, tema con el que abrieron el concierto y que 
bebe de ritmos cálidos, casi tropicales, bien alejados de la electrónica más flemática y predecible.
Lo que sí que no es predecible es la propia Tigs. Sabíamos de su actitud en el escenario pero verla en directo fue todo un espectáculo. No paró de moverse ni un segundo, acompañaba cada verso y cada golpe de sonido con sus peculiares movimientos, con sus mordiscos soltados al aire sobre el público, sus guiños o sus incursiones en nuestra lengua. Su personalidad en la tarima y sus bailes no desdeñaron ni una sola vez una voz impecable y afinada. Así, tras hacernos bailar con ‘Solo’, ‘Do Yoy Chew’ o ‘Car Tricks’, abandonó entre sudores el escenario con el resto del grupo para volver con dos bises que inauguraron a golpe de rock y de batería. Unieron esta introducción con ‘Gold Key’, todo un golpe maestro para dejar un muy buen sabor de boca a los asistentes. Pero, marcando muy bien sus intenciones, se despidieron con la presentación de otra novedad ‘1,2,3’, tema en el que pidieron la colaboración del público en el estribillo.
Chew Lips están evolucionando y experimentándose, buscando algo nuevo que les impida quedarse enclaustrados en una electrónica cercana a la ochentera con típicas melodías pop; saben cuál es el camino fácil pero el viernes demostraron que están dispuestos a esquivarlo.
Fotografías: Leticia F. Pérez
