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Emilio Ruiz Barrachina: «El cine no es pasear por una alfombra roja»

Emilio Ruiz Barrachina

El cineasta habla sobre su trayectoria, nuevos proyectos, el papel de las plataformas digitales y el mundo de la cultura.

Emilio Ruiz Barrachina

Emilio Ruiz Barrachina (Madrid, 1963) no se habría imaginado que tras estudiar periodismo y ser corresponsal en Colombia durante diez años (1896 – 1996) su vida daría un vuelco. «Uno es contador de historias y al final encuentra el medio más cómodo para contarlas», afirma el escritor, guionista y director de cine.

A día de hoy aún no está bien visto para muchos que se escoja el mundo de las artes como profesión. «Si tienes éxito rápido y haces fortuna, nadie se acuerda de los reproches». Pero si no se da el caso, «entonces llega el ‘ya te lo dijimos'». El director manifiesta que «el arte es algo necesario para la persona que emprende este camino. Además es vocacional e innato a quien tiene espíritu de artista».

Algunas personas rechazan el cine que hace Barrachina. Este explica que es por diversos factores: «Pongo a participar al espectador y eso ahora no se debe hacer». Otro motivo que señala es que ha tocado temas incómodos «como el de la religión, en tiempos de máxima intransigencia y radicalismo como en los que estamos, con políticos de poca monta, en uno y otro lado, que lo fomentan».

Confiesa que sus largometrajes no se dirigen a una audiencia enorme.«Hay un tipo de cine que no busca al gran público. Es como el ensayo, la poesía o la novela. Todos son libros, pero cumplen funciones muy diferentes. No se puede pretender que todo el cine sea ‘comercial’, aunque hay películas independientes que lo son, por supuesto, pero la finalidad es otra».

Sus proyectos se encasillarían dentro de este ámbito, y sentencia: «Para seguir creando desde la libertad y la independencia toca apartarse de la industria o de las subvenciones. Uno tiene que ser fiel y sincero consigo mismo y ser consecuente con lo que quiere hacer. El precio, desde luego, es alto».

De todas sus películas destaca La Venta del Paraíso (2012), Morente (2011)—documental finalista en los premios Goya— y su último trabajo Broken Poet (2019) que se iba a estrenar en la gala de apertura del New York City International Film Festival el pasado 25 de marzo. No se pudo llevar a cabo debido al coronavirus, por lo que verá la luz en julio en Apple TV. «Creo que las plataformas son un buen medio para ver cine a nivel doméstico. Pero no podemos olvidar el acto social de ir a una sala. De hecho, aún a sabiendas de que la mayoría del público verá la película en una televisión, tablet o móvil, seguimos haciéndolas pensando en una gran pantalla». Sin embargo, aunque se muestra a favor de estos soportes y de hecho, algunos de sus largometrajes se encuentran en Filmin, señala que se deben regular. «No puede ser que por un visionado lleguen algo más de 10 céntimos al productor o distribuidor. Entre diez céntimos y la piratería hay un escaso margen».

No es solo donde el cineasta apunta que se deberían de realizar cambios, también en el tratamiento del mismo. Pone de ejemplo a Francia, afirma que cuenta con un sistema que funciona muy bien y que es independiente de la política. Asegura que esa es la razón por la que «aquí nunca se ha conseguido implementar, además de que nuestro sistema fiscal no lo permite». Asimismo, denuncia la escasa cantidad de dinero que se invierte en el séptimo arte. «Se pretende que compitamos con el cine francés, alemán o italiano, que destinan anualmente hasta seis veces más que España».

En el confinamiento ha organizado un nuevo largometraje que recientemente se ha comenzado a filmar, la parte favorita de Barrachina: «Los rodajes es lo mejor del cine. Es el momento en que puedes desarrollar el máximo potencial creativo». Aunque esta vez «será una nueva forma de rodar», lo afronta con actitud positiva: «En el fondo el hecho de que se tenga que vivir un rodaje prácticamente en régimen de confinamiento a lo mejor no resulta tan malo». Puede que sea su último proyecto cinematográfico. «Quiero tomarme un tiempo. Será largo. Al menos con el cine, si es que vuelvo. Estaré escribiendo principalmente».

Muchas personas han sobrellevado la cuarentena gracias a la cultura. En este periodo se ha consumido tanto películas como series. El cineasta espera que una vez finalizado el estado de alarma el cine sea más valorado. Aunque para asegurarse de que realmente se logre concienciar de lo complejo que es hacer cualquier proyecto cinematográfico, realiza una interesante propuesta: «Yo invitaría a todo el mundo a asistir a un rodaje para que vea lo duro que es hacer una película. Tal vez así se valore más todavía. La gente cree que el cine es pasear por una alfombra roja. Para llegar a la alfombra roja se sufre mucho, tal vez demasiado».

Andrea Fernández

Me gusta la combinación del cuarto poder y el séptimo arte. Pero también el teatro, los libros, el arte, la música... cuando faltan las palabras, es ella quien habla.

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