Terra Nova necesita algo más que dinosaurios

Terra Nova. Steven Spierlberg

La última producción de Steven Spielberg para televisión, emitida en Fox y estrenada en septiembre de 2011, es la demostración de que el director no renuncia a sus pasiones. Terra Nova, la serie de ciencia ficción creada por el estadounidense, ha puesto fin a su primera temporada con el beneplácito del público. Aunque no se puede complacer a todo el mundo ni con inversiones millonarias, y los expertos en el tema se sienten un tanto decepcionados con el bueno de Spielberg.

 

En el año 2149, cumplidas todas las profecías, la Tierra es efectivamente un lugar al borde de la extinción, en el que la superpoblación y la pésima calidad del aire hacen insostenible la vida en el planeta. En esta situación al límite, millones de familias buscan una salida que es científicamente posible: una grieta espaciotemporal  descubierta en Chicago a través de la cual los humanos pueden viajar a finales del período Cretácico y reemprender sus vidas en una nueva oportunidad de salvar a la especie: Terra Nova. 

Pero solo unos pocos son los elegidos para volver al pasado, y entre ellos se encuentran los Shannon, una familia de perfil furtivo y rebelde que se une a la décima peregrinación de una manera poco ortodoxa. Una vez en Terra Nova, Jim y su esposa Elisabeth se proponen empezar de cero junto a sus tres hijos Josh, Maddy y Zoe, 85 millones de años atrás, en un lugar nuevo y de una belleza cautivadora, aunque no por ello exento de peligros y tramas siniestras (y no hablamos de los dinosaurios). 

La nueva apuesta de Steven Spielberg para la pequeña pantalla se estrenó en Fox el pasado 26 de septiembre, cuatro meses después de lo previsto y bajo la premisa de ser uno de los proyectos más caros y ambiciosos de la cadena. Trece capítulos de una primera temporada que cuenta con un reparto de caras que suenan, que gustan y que quizás tarden aún un tiempo en convencer del todo. Entre ellas, la del irlandés y hasta ahora poco conocido Jason O’Mara (Jim Shannon), la de Stephen Lang, veterano de Broadway al que vimos haciendo de malo en ‘Avatar’ (el Comandante Taylor) y la de Shelley Conn, una inglesa de origen indio con buena trayectoria en su país que es de momento uno de los personajes más frescos de la serie (Elisabeth Shannon). 

Con los treces episodios asegurados, el reto de Terra Nova en su primera temporada era demostrar que este despliegue de medios y derrochar de dinero respondía a un fin con el que crítica y público pudiesen quedar satisfechos, y no a un mero capricho del genio de la gorra para recrearse nostálgico en su saga jurásica. Ahora, esperando a que Fox decida si renuevan o no para la segunda y la española Cuatro incluyéndola en su parrilla de series para 2012, parece que Spielberg tendrá que esforzarse mucho más y dejar a un lado los clichés del género para contentarlos a todos.

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