Cuando le preguntaron a Alfred Hitchcock, que cómo se sentía ante el ninguneo de la Academia de cine, dijo: “ya tengo pisapapeles”. Que ni los Oscar ni los Goya son representativos del mejor cine de un país, es algo asumido. Que son
La nueva película de Álex de la Iglesia (Bilbao, 1965), Mi gran noche, no es ni mucho menos la mejor obra del director vasco, pero sí un buen ejemplo de las líneas maestras de su cine. Como todas sus películas, el envoltorio