‘Sinsajo. Parte I’ o cómo sublevar a las masas con propaganda

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Fotograma de Sinsajo I
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Fotograma de Sinsajo. Parte I / Fuente: mockingjay.net

Las salas de cine se han llenado en el estreno de Sinsajo. Parte I, la tercera entrega de Los Juegos del Hambre. La literatura juvenil vuelve a la gran pantalla de mano de Francis Lawrence ofreciendo el toque justo de romanticismo y buenas dosis de crítica y aire revolucionario.

Katniss Everdeen se transforma en sinsajo para liderar a una masa que pide a gritos una respuesta contra el Capitolio. Separada de Peeta y acompañada por Gale, el triángulo amoroso de Katniss se ve eclipsado por un filme centrado en la rebelión y en el poder de la propaganda para lograr el despertar de una multitud aletargada.

Aunque convincente en su papel de símbolo del movimiento, Jennifer Lawrence no logra evocar al público la misma credibilidad que en sus interpretaciones en El lado bueno de las cosas o La gran estafa americana. Los papeles delirantes le van al dedillo, mientras que la seriedad le resta verosimilitud.

El eterno amigo de Katniss, Gale Hawthorne, interpretado por Liam Hemsworth, se antoja anodino. No cabe duda de que al corpulento Hemsworth le pega el papel de héroe fuerte y protector, pero resulta siempre una sombra, silencioso y con escaso protagonismo.

Quien borda su papel, mucho más que en las dos anteriores entregas, es Josh Hutcherson. En Sinsajo. Parte I encontramos a un nuevo y sobresaliente Peeta, emocionalmente perturbado, de gestos rotundos y actitud lánguida, destrozado en cada escena.

Poco se puede decir de Julianne Moore, espléndida y sencilla, como siempre. Alma Coin junto con Plutarch Heavensbee -interpretado por el fallecido Phillip Seymour Hoffman– muestran la otra cara de los buenos. Tanto ellos como el Capitolio, liderado por el Presidente SnowDonald Sutherland– utilizan las mismas armas para vencer. Armas que sientan sus pilares en la palabra, la retórica, los golpes visuales: la propaganda. La línea divisoria entre el bien y el mal se torna más difusa de lo que puede parecer.

La gran pregunta que toca plantearse es si resulta necesario dividir la última película en dos partes. Sucedió con la Saga Crepúsculo y con Harry Potter. ¿Se ha puesto de moda esta práctica por y para beneficio de las productoras? ¿O es necesario para ofrecer un final más conclusivo?

Olvidemos, no obstante, esa sensación de “continuará” y dejemos a un lado lo fiel o no que haya sido la adaptación del libro a la película. Sinsajo. Parte I aporta minutos de entretenimiento, minutos de reflexión y excelentes efectos visuales. Regala grandes interpretaciones, algunas esperadas como la de Julianne Moore y la imprevista de Josh Hutcherson. Toca esperar un año para la última parte -a menos que os hayáis leído los libros o vayáis a hacerlo. Veremos entonces qué rumbo toma el desenlace de esta indómita sinsajo.

Amanda Briones

Periodista. Amante del Rey Lagarto, los zapatos de tacón, el chocolate y el helado.

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