‘Ruina’, la última novela de Amy Tintera, no escapa de los tópicos

Ruina, novela de Amy Tintera
Ruina, novela de Amy Tintera Ⓒ Cristina García

Amy Tintera (Texas, Estados Unidos), la autora de la bilogía Reiniciados, regresa con Ruina (Océano Gran Travesía), su último libro. En él, la protagonista, Emelina, pretende recuperar lo que una vez perteneció a los suyos, para ello se hará pasar por otra persona y se internará en el reino enemigo.

Aunque partimos de la base de que no es una historia original, resulta atrayente por las posibilidades desplegadas en la trama. Sin embargo, Tintera no ha sido capaz de escapar de los tópicos, convirtiendo Ruina en una novela más que no aporta nada nuevo.

A pesar de su potente comienzo, el argumento decae por culpa de una narración descuidada. En un intento por hacer que fuera sencillo, la autora ha pecado de una constante e innecesaria repetición de algunas palabras, tales como nombres de personajes o sustantivos. Esto saca completamente de la lectura, haciendo que avanzar se convierta en una ardua tarea.

Ruina mezcla fantasía con un poco de misterio. No obstante, la falta de ambientación provoca que los enfrentamientos que tienen lugar resulten indiferentes al lector. Hay bandos, hay magia, pero todo resulta ajeno.

Ruina, de Amy Tintera
Interior del libro Ruina, de Amy Tintera Ⓒ Cristina García

La autora busca rapidez y fluidez en la historia, pero, en muchas ocasiones, esa rapidez ha provocado que algunas escenas se vuelvan superfluas y que los personajes no terminen de asentarse del todo, moviéndose siempre en la superficialidad. Tintera ha intentado profundizar en los protagonistas, pero la velocidad del desarrollo de la trama no lo ha permitido.

No podemos olvidarnos del instalove de la novela. No solo es predecible, sino que también resulta forzado, por lo que da la sensación de que es un elemento incluido por moda. Parece que si no hay romance, ya no hay libro.

La trama culmina con un batiburrillo de peleas y provocaciones que abren la puerta a un nuevo libro, puesto que se trata de la primera novela de una trilogía. Esperemos que Tintera aprenda de sus errores y que en los siguientes veamos una mejora.

Cristina García

Siempre he tenido mis monstruos, aunque nunca fueron a verme. Simplemente convivían conmigo. Y empecé a escribir para intentar aplacarlos. Aquello se convirtió en hábito cuando descubrí que con las letras podía mantenerlos encerrados. Así que construí mundos enteros. Después llegó el periodismo y, con él, el amor por la cultura.

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