Rayden se deja el Alma y el Hueso en La Riviera

IMG_1909No existe un manual para cantantes de cómo hacer buena música, probablemente hay algunos que no lo necesitan. Uno de ellos, con toda seguridad, es Rayden al que tampoco le hace falta que le cuenten cómo es eso de llenar La Riviera con 2.000 personas porque ya lo ha hecho. Él y sus inseparables Mediyama y Dj Mesh, una proeza que ningún otro rapero ha conseguido.

Rayden presentaba su disco En Alma y Hueso por primera vez en Madrid y quería estar a la altura. Una altura que se mide de la tierra al cielo y él camina muy cerca de las nubes. Horas antes, la cola para acceder a la sala ya era de cientos de metros, por lo que tuvo que retrasarse media hora el inicio de la actuación. No podía quedar nadie fuera.

Con un espectacular juego de luces -el cual duró durante las 2 horas y 15 minutos de concierto- aparecían Mesh y Mediyama primero, momentos después, Rayden. Ley de la gravedad y Magia Blanca eran unas de las primeras canciones para abrir boca.

«Sería utópico pensar que en lo que dura esta canción vuestros deseos se harán realidad, pero el mío, que es llenar La Riviera con 2.000 personas, se ha hecho. Muchísimas gracias», confesaba Rayden al público antes de interpretar Pozo de los deseosDespués, recordó el movimiento #Queremosentrar que está destinado a que los menores de 18 años también puedan entrar a las salas de conciertos ya que, como él apunta, «en las plazas de toros y los campos de fútbol también venden bebidas alcohólicas y no pasa nada, entran menores».

Rayden y Boza
Rayden y Boza

En un principio, Rayden hizo alusión a la M.O.D.A por lo que dio pie a pensar que serían uno de los invitados, pero no. La primera colaboradora fue la gaditana Carmen Boza, con la que cantó un tema inédito «solo para esta noche». Le siguió el también rapero Swan Fyahbwoy con una actuación algo más corta. Una de las actuaciones conjuntas que se esperaban era la de Rayden con Mäbu, con la que interpretó el tema Viviendo en gerundio al igual que hace en el discoOtras de las colaboraciones que el público esperaba eran las de Diego Ojeda y Marwan, con Mariposas y En mi cabeza respectivamente, ambos fueron los últimos en salir al escenario.

El momento álgido del concierto llegó cuando Rayden, como es costumbre, pedía ruido a su público. Dos mil personas gritando al son del madrileño para acabar con un «Rayden, Rayden, Rayden…» al unísono. Después la sala se dividió a través de una línea imaginaria para saltar a la vez contra el de al lado.

Dos horas y cuarto de concierto en el que interpretó todos los temas de su último disco y revolucionó a toda La Riviera con la última canción: Matemática de la carne. Si algo es seguro es que, tras ese día, todos los que asistieron a la sala tardarán en olvidar lo que allí ocurrió, porque hay cosas para las que ni siquiera las palabras son suficientes.

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Jennifer Gómez Martínez

Poesía y música de autor, dos pasiones indispensables la una de la otra. La música es poesía.

Escribo pero no toco ningún instrumento, en beneficio de vuestros oídos.

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