Porque ya es hora de reivindicar el cine español

¿Hartos de escuchar eso de el cine español es malo?

La última edición de los Goya estuvo repleta de  joyas cinematográficas. Buenas producciones  que han dejado cifras récords en las salas  españolas. Ahora, del 17 al 26 de abril,  comenzará la 18 Edición del Festival de  Cine de Málaga que promete proyectos tan  buenos, si no más, que las producciones del  año pasado. Y es que el cine español está  despuntado día a día. Sin embargo, aún carga  con un estigma y es esa idea de que es  malo. Esta concepción se debe a una visión  generalizada de que las películas solo venden  sexo y La ísla mínimaviolencia. Cierto es que durante mucho  tiempo el cine español pecó de obsceno, pero  eso está desapareciendo, pues ya no se ven influenciadas por un hecho que muchos olvidan: la resaca del franquismo. Que exagerada, me diréis, pero es cierto. Después de una represión tan brutal como la que vivieron nuestros artistas durante esa época, no es de extrañar que se volvieran ‘locos’ por el sexo en el cine, pues, de repente, se les abrió un nuevo mundo en el que eran totalmente libres para experimentar. Todos estaréis pensando en Alfredo Landa o Fernarndo Esteso, pero recordad que son unos pocos entre muchos y tiene un estilo muy particular.

A esta resaca hay que añadir que, durante mucho tiempo, los productores de la industria cinematográfica española estaban más interesados en obtener subvenciones, más fáciles de conseguir que en la actualidad, que en la calidad de lo que producían. Y es que la gran verdad sobre nuestra industria, y no me refiero solo a la cinematográfica, es que está muy politizada: en el año 2014, según el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se rodaron en España alrededor de 70 títulos, de estos el público general reconocería ahora unos 10, solo los que han sido apoyados por grandes cadenas de televisión y han ganado en todos los festivales. La conclusión de esto es que si tu proyecto no interesa a las grandes cadenas no obtendrá ninguna clase de reconocimiento, por lo tanto, más de la mitad de los títulos españoles pasan desapercibidos aún siendo buenas producciones. Además, no olvidemos que la industria no está apoyada por el Gobierno, un Gobierno que no duda en poner un IVA del 21% a todos los productos culturales de este país. Por cierto, basta de decir que los artistas españoles deberían dejar de lloriquear por el IVA, pues no queremos pensar en cómo sería la reacción de los ciudadanos si pusieran esta cifra en el fútbol, que dicho sea de paso, solo paga un 4%.

Con este panorama es normal que cada año salgan títulos que carezcan de ‘calidad’, pero hay que andar finos al utilizar ese término, pues ¿a qué nos referimos cuando hablamos de calidad? ¿El cine de Hollywood ostenta ese título? Sin duda alguna, en cuanto a elementos técnicos nos referimos son los reyes, pero hablemos de la parte más artística, en ese sentido, no debemos envidiar nada a los americanos, pues nuestro cine, otra cosa no, pero profundidad estética y artística toda la que queráis. Y sí, también hay películas como Torrente, pero son excepciones como también las hay en Hollywood. Y ya que hablamos de la industria americana lanzo una reflexión: ¿no será que el cine americano tiene tanta fama por el gran peso que tiene el marketing en sus películas? Este es otro gran problema de nuestro cine, salvo excepciones, lo que nos gastamos en marketing para promocionar es casi inexistente, cuando es algo esencial para el éxito de los largometrajes. Pero claro, con el presupuesto que poseen las producciones españolas no es de extrañar que esta cuestión quede de lado.

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Y ya para ir terminando nos gustaría lanzar una propuesta a nuestros guionistas, pues existe otro problema en esta industria y es que están pensadas para un público español. Para que el cine que se hace en España traspase fronteras se debe escribir pensado en un ciudadano japonés, no en un español. El mayor problema reside en que en muchas ocasionas no se utiliza un lenguaje universal para contar historias. Por este motivo, hay que cambiar un poco nuestra forma de hacer cine para que pueda ser reconocido en todo el mundo, aunque por suerte con directores como Juan Antonio Bayona (Lo Imposible) o Alejandro Amenábar (Ágora) se está consiguiendo.

En definitiva, antes de juzgar a la ligera el cine español, hay que pensar en todos los obstáculos que tiene que sortear. Para todas las trabas a las que se enfrenta, las películas que nos llegan son auténticas obras de arte, aunque también hay malas, eso no lo negamos Pero nuestra industria cinematográfica cada vez está logrando más éxitos y superándose a sí misma, así que por favor superemos ese pensamiento negativo de una vez por todas y abrámonos a las nuevas propuestas que nos están llegando, porque de verdad que merecen la pena.

Zuleima

Nací en Las Palmas de Gran Canaria. Desde pequeña siempre estaba escribiendo y corriendo detrás de la noticia, lo que me llevó a estudiar periodismo. Apasionada del cine y de la cultura general.

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