Pillars of Eternity: rol de la vieja escuela con sabor a Baldur’s Gate

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Desde que salió Baldur’s Gate: Shadows of Amn en el 2000 todos los juegos de rol han asegurado que iban a ser su sucesor espiritual y luego hicieron lo que les daba la gana. Hasta ahora. Pillars of Eternity ha puesto al día los elementos claves de esa saga que va camino de convertirse en el mejor título del género este año.

Baldur’s Gate es la saga favorita de muchos jugadores en el mundo. Es un clásico único que aún se juega y sigue siendo objeto de mods y de puestas al día. ¿Cuál era la clave de su éxito? Se podría decir que el amor por las cosas bien hechas y por querer ofrecer un producto de calidad a la vez que hacer caja, algo raro en esta creciente industria, pero la realidad es que lo que enamoró a todos los aficionados fue: una historia única que atrapaba desde el principio, con giros, traiciones y personajes memorables –como jugar un buen libro-; combates difíciles donde había que pensar al máximo cómo derrotar a los enemigos; una gran cantidad de escenarios y paisajes; la posibilidad de elegir cómo hacer las cosas y afrontar las consecuencias; una banda sonora única y, en definitiva, lo más aproximado a jugar al Dragones y Mazmorras de papel y lápiz. Nadie lo ha conseguido –o querido conseguir- hasta ahora, hasta que los chicos de Obsidian montaron una campaña Kickstarter para no vivir bajo la presión económica de este mercado y consiguieron seis millones de euros.

Con semejante suma de dinero el estudio pudo vivir tres años de intentar crear un sucesor digno y se puede decir que lo han conseguido. Debe ser porque han estado en constante contacto con los aficionados a través de los foros, algo cada vez más demandado. La historia nos sitúa en el mundo de Eora –han prescindido del riquísimo trasfondo de Reinos olvidados y la apuesta les ha salido bien- en donde un protagonista recibe el extraño don de poder leer las almas. Mientras, en la búsqueda de una solución para su aflicción, se ve inmerso en una aventura con cantidad de misiones secundarias que harán que el jugador se vea atrapado en la trama. Por supuesto, también contará con ayuda de hasta cinco protagonistas –a elegir entre ocho, muy lejos de los veinticinco de los Baldur’s Gate– que cumplen con creces a la hora de combatir y proponer interesantes diálogos. Como siempre, las decisiones morales determinan cómo queremos progresar: ayudar, robar o dar la razón a quien no la tiene, todo vale. Y, además, podremos gestionar nuestra propia fortaleza en la que podremos hacer prisioneros que, a su vez, nos descubrirán nuevas partes del mundo si les hacemos cantar (por las buenas o por las malas).

Es rol de vieja escuela, una buena historia de espadas y brujería, un mundo mágico lleno de aventuras, en definitiva, lo que los jugadores llevaban pidiendo durante quince años y no se les ha dado. Obsidian ha sido valiente y se ha atrevido con un proyecto gigantesco, como pocos se hacen ahora, y le ha salido bien. ¿Tanto cuesta ver que se puede vender mucho haciendo buenos títulos? Miremos a GTA V -265 millones de dólares-, Skyrim -55 millones de dólares-, Mass Effect –10 millones de dólares o, como decimos, Pillars of Eternity.

 

Miguel Martín Pazat de Lys

Licenciado en Derecho y Periodismo. Amante de la política, la actualidad, la música, la historia, los viajes y las nuevas tecnologías.

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