Pesadillas del norteamericano medio

Cartel American Horror Story

Aunque solo sea por redescubrirnos a la fantástica Jessica Lange, que por cierto expone ahora en Casa América sus Secuencias de México, la recién estrenada en España American Horror Story merece distraernos de nuestros quehaceres diarios durante unos minutos. No diré aquí que la que aseguran es la serie revelación en Estados Unidos (siempre lo dicen: cero credibilidad) es una producción de primera; tampoco entraré a valorar la trama e interpretaciones de una ficción que ya ocupó las páginas de Fanzineradar de la mano de mi compañera Rocío Gómez.

Pero sí admitiré que he disfrutado conociendo los miedos más folclóricos de una nación que, más de una vez, se ha autoproclamado, dentro y fuera de la pantalla, como salvadora del planeta en cuestiones que todos conocemos y de las que no procede ocuparse ahora. Ver un capítulo de American Horror Story es por momentos divertido, espeluznante (barra) desagradable y, por encima de todo: revelador. Los responsables de la serie tenían y tienen, bajo mi humilde opinión, un propósito claro: ocultarnos los verdaderos temores de los norteamericanos. 

Esta misión, irónicamente, queda resuelta gracias a otra producción igual de americanaCartel promocional Shameless aunque, por lo que puedo decir, infinitamente más interesante que la de los monstruitos yankees: la estadounidense (hay una versión anterior inglesa) Shameless, una comedia negra protagonizada por William H. MacyEmmy Rossum que tiene poco que ver con lo que se haya hecho antes en las series norteamericanas. En Shameless, el retrato de una familia marcada por el alcoholismo de un padre imposible de calificar en horario infantil, las carcajadas están garantizadas siempre que veas los escrúpulos como algo de quita y pon. En cuanto a los temas que trata la serie: la violencia, el desempleo y la dificultad de acceso a derechos tan primarios como la sanidad… ¡eso sí que acojona!

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