PÁJAROS A RITMO DE SAMBA

Esta vez se han decantado por las afrodisiacas playas y el clima cálido de Brasil y lo han cambiado por el frío glaciar de la Antártida. Los que dieron forma a los animales polares que protagonizaban Ice Age vuelven y nos traen, esta vez, un adelanto del verano. Calor, moreno, colores y fiesta llenan los cines en primavera para recordarnos lo poco que queda para que entremos de lleno en la época estival.

Rio no es una creación de Pixar, tampoco de Dreamworks, pero su calidad a todos los niveles cinematográficos está a la altura de las grandes industrias de la animación. Sus puntos fuertes: la coreografía bailada con ritmos sureños y la banda sonora. Sergio Mendes es el encargado de que niños, padres y acompañantes, por obligación o devoción, tengan dificultades para mantener inmóviles los pies y demás extremidades. La melodía de Río de Janeiro invade con alegría y optimismo los 96 minutos de los colores brillantes que dibujan una historia de amor avícola en la capital de Brasil. Su protagonista, Blu, es un guacamayo residente en EEUU que cree ser el único ejemplar vivo de su especie. Hasta que un gran día, descubre que unos cuantos kilómetros al sur reside otro pájaro como él que, para su suerte, es una hembra. Sin pensarlo, deja su hogar en el zoológico y embarca en un viaje que le reportará la mayor aventura de su vida.

Y así, poco a poco, el gris de la ciudad de Minnesota se transformará en la explosión de color que da vida al carnaval brasileño. El asfalto se cambiará por los escenarios más emblemáticos y pintorescos y los paisajes exóticos de Rio harán abrir las bocas de los que apuesten por un rato entretenido en una de las muchas tardes de esta Semana Santa.

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