Pablo López: la música os hará libres

Pablo López en un momento de su concierto

“Santa libertad, muéstrame el camino”, reza el estribillo de La libertad, una de las canciones que forman parte del último álbum de Pablo López, Camino, fuego y libertad (2017), disco de platino a las dos semanas de su lanzamiento. El malagueño ha hecho de esta palabra su mantra y no para de repetirla cada vez que tiene ocasión, ya sea en prime time en la gala de un programa musical o en un concierto en la Riviera en Madrid como el del pasado 8 de mayo.

Este se preveía como un pequeño aperitivo, anticipo de lo que serán sus dos grandes actuaciones en la capital de la gira Santa Libertad, la del Teatro Real en julio –con entradas agotadas desde hace meses– y la del WiZink Center en noviembre, pero para López, que ha conocido las cloacas de la música y sabe lo difícil que es llegar a tocar en ese lugar, no hay ningún partido amistoso. Enmarcado en la serie de shows organizados por Vodafone Yu para sus clientes, y ante la atenta mirada de un auditorio prácticamente lleno y de numerosas caras conocidas en la zona VIP, como algunos de los componentes de la última edición de Operación Triunfo, el cantante dio lo mejor de sí durante la hora y cuarto de duración del bolo.

Comenzó su actuación con El camino y El niño, dos de los temas de su nuevo disco, para luego dar paso a Vi, el único que cantó del primero, Once historias y un piano (2013), y Tu enemigo, el dueto junto a Juanes que le llevó al éxito mundial. Fue el punto de inflexión en su carrera y el que logró conectar definitivamente al público con la actuación pues tras su ejecución la sala ya era un clamor, hasta el punto de realizar varios bises.

Pablo López durante el concierto
Pablo López en un momento del concierto // Javier Rosa

“Hacer música en la Riviera es insuperable”, confesó López. Durante todo el concierto, el malagueño se mostró muy cómodo sobre el escenario, al que denominó “su casa”, pues vivió durante mucho tiempo a dos calles de él. Sentado al piano, situado en un extremo, y acompañado por su banda –una batería y dos guitarras eléctricas–, el cantante alternó sus temas con pequeños consejos nacidos de su propia experiencia.

“Disfruten de la vida, aprovechen la gasolina que tiene esta ciudad y métanle fuego”, dijo antes de afrontar El incendio, para después recomendar al público que dejara de hacer fotos y que viviese la realidad. Pablo López se siente un alma libre, se encuentra en su mejor momento profesional y se nota en todos sus gestos. El teléfono, Dos palabras e Hijos del verbo amar sonaron a continuación con el artista entregado a su pasión, la música, aquella que le sale por los poros y que le hace aporrear la tapa del piano como si fuera un instrumento de percusión a la vez que desliza sus manos con delicadeza por el teclado. “Hacer música de verdad es una forma de libertad. Siempre he soñado con dedicarme a tocar el piano y cantar. Ustedes son los culpables de que seamos libres”, agradeció al público presente antes de tocar El futuro y La libertad.

Pablo López saluda al público
Pablo López saluda al público // Javier Rosa

Tras esta, llegó el momento más especial de la noche. El malagueño interpretó con su inseparable piano, y sin la compañía de su banda, Lo saben mis zapatos, para luego continuar a capela fuera del micrófono ante la algarabía general, con alguna interrupción por parte de algún asistente exaltado.

El mundo y El patio fueron el colofón perfecto de una fiesta en la que quedó muy claro el mensaje, repetido por Pablo López nuevamente antes del final: “Sean libres por favor, que nunca os pongan un techo encima”. Con él lo intentaron, pero supo sobrevivir y se ha convertido en uno de los artistas españoles con más éxito de la actualidad.

 

Pablo Gugel

Periodista y Comunicador Audiovisual. Cinéfilo, melómano y amante del arte y la literatura.

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