Basada en la campaña opositora previa al plebiscito del 5 de octubre de 1988 en Chile, cuando ganó la opción contraria a la continuidad del dictador Augusto Pinochet, No, protagonizada por el mexicano Gael García Bernal, se ha convertido en el primer filme chileno que aspira a un Óscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa.
Narrado todo ello a través de los ojos del joven publicista encargado de diseñar la campaña, la película dirigida por el chileno Pablo Larraín con guión de Pedro Peirano, ya ha paseado su éxito por los festivales de Cannes, Toronto y La Habana, donde llegó con los entresijos de un referéndum que tuvo la vocación de liberar al país de la opresión.
Así, Larraín desecha el uso de cámaras modernas y rueda todo el filme en soporte de vídeo Umatic para dar un mayor realismo a las escenas. De esta manera, el director consigue acortar distancias con las imágenes de baja definición de la época, logrando una clara fusión entre el material propio y los archivos aportados por la televisión chilena.
