Esta semana reina un silencio nada habitual en los estudios de la cadena de televisión estadounidense ABC. Acostumbrados a oír semanalmente la voz de Mary Alice Young acercándonos a las vidas cotidianas de las cuatro mujeres desesperadas más famosas de Wisteria Lane, esta ausencia no pasará desapercibida. Y no es que la actriz Brenda Strong haya decido dejar de narrar la serie; sino que es la propia serie quien nos abandona a nosotros.
Efectivamente, después de ocho temporadas y casi 200 episodios, Mujeres Desesperadas ha dicho adiós para siempre. A lo largo de la pasada semana, Eva Longoria, Teri Hatcher, Felicity Huffman y Marcia Cross se han valido de las redes sociales para transmitirnos sus pensamientos y sus emociones y para hacernos partícipes, por medio de todo un álbum fotográfico, de los momentos más emotivos de la que ha sido la última semana de rodaje de la serie en la que trabajan desde 2004: Mujeres Desesperadas.
Con comentarios como «Hoy es el día, el fin ha llegado… ¡Voy a estar llorando todo el día!» y «Guardaré para siempre los maravillosos momentos que hemos vivido en estos ocho años. Las luces se apagan…», las actrices y el equipo compartían esos últimos días con los fans de la serie, una serie que ha dejado huella en millones de telespectadores en todo el mundo así como en las propias protagonistas, que después de tantos años juntas se han convertido en verdaderas amigas.
Han pasado ya ocho años (siete en España) desde que el suicidio de Mary Alice Young, una modélica ama de casa con una familia perfecta, una casa perfecta y una vida perfecta, alterara el día a día de los habitantes del barrio residencial ficticio de Wisteria Lane. Ocho años a lo largo de los cuales hemos podido seguir, a través de la voz de la difunta, las aventuras y desventuras de Bree Van de Kamp (Marcia Cross), Lynette Scavo (Felicity Huffman), Susan Mayer (Teri Hatcher) y Gabrielle Solís (Eva Longoria), cuatro amas de casa que, tras el duro golpe del suicidio de su amiga, tuvieron que proseguir con la cotidianidad de sus vidas. Unas vidas perfectas en la superficie pero que, en el fondo, estaban llenas de misterios y miserias. Y unas vidas de las que ya no vamos a saber nada más porque, el pasado 26 de abril, Mary Alice pronunció sus últimas palabras. Citando a Eva Longoria: «Es el fin de una era…».
