mother! (¡madre!), que se estrena el 29 de septiembre en la cartelera española, cuenta la historia de un matrimonio que vive aislado en el campo. Su relación es puesta a prueba cuando reciben la visita de un extraño.
Darren Aronofsky nos adentra en una visión contemporánea del Antiguo y del Nuevo Testamento. Desde la tentación de Eva, la costilla de Adán, la ira de Caín sobre Abel, hasta el fanatismo hacia Jesús e incluso el temblor tras la crucifixión.
Una vez que nos percatamos de los ‘nombres’ de los protagonistas, que quedan desvelados en los títulos de crédito, no solo se evidencian las metáforas y figuras religiosas, sino también la crítica hacia la desigualdad de género. Y es que, durante la película, el cineasta toca temas tan cotidianos como la dependencia emocional, la anulación en una pareja y la egolatría y vanidad del artista.
Si no conoces nada de la trama ni de las intenciones del director de Cisne negro (2010) y Requiem por un sueño (2000), es posible que salgas de la sala con la sensación de quien no encuentra la última pieza del puzzle, además de un revuelto en el estómago más que notable. Sin embargo, lo que al principio es una maraña de ideas, una vez que estiramos un poco, se va convirtiendo en un hilo del que seguir tirando. Porque Aronofsky es eso, un avezado de la sugerencia.
La narración, a cargo de la mirada de Jennifer Lawrence, nos lleva por una casa que se va volviendo cada vez más imposible, como si estuviese mutando en una obra de C. Escher. El cineasta desarticula cada rincón para convertirlo en el único escenario de una sociedad abusiva, lo que trae un eco lejano de El ángel exterminador (1962) de Luis Buñuel. Otros elementos evocan a La semilla del diablo de Roman Polanski, por lo que se entiende la similitud de uno de los carteles de mother! con el del filme de 1968. En cualquier caso, la crítica principal que lanza el director no nos pilla de nuevas, pues ya en Noe (2014) manifestó una mentalidad ecologista.
No sería descabellado que Lawrence y Javier Bardem se llevaran la estatuilla a Mejor Actriz/Actor Principal. Una descarada y pérfida Michelle Pfeiffer también podría optar fácilmente la categoría de Mejor Actriz de Reparto.
mother!, posiblemente el largometraje más insano y desquiciado de Aronofsky y con impactantes secuencias, nunca vistas hasta ahora en una película de una gran productora de Hollywood, es de esos filmes de un segundo visionado obligado tanto para terminar de digerirla, como para seguir apreciando nuevos detalles.
