Llueva o haga sol el teatro al aire libre Regent’s Park de Londres abre sus puertas desde hace ochenta años. La temporada comienza en mayo y acaba en septiembre. Desde hace un tiempo existe una tradición de que una de las obras que se programe sea de Shakespeare. En este ocasión la elegida ha sido El sueño de una noche de verano, una de las que más veces se ha representado en este espacio tan singular, unas cincuenta.
El director de esta nueva producción es el actor y escritor Matthew Dunster quien ha decidido ambientar la obra en la actualidad. Al comienzo de la representación muchos espectadores quedan sorprendidos porque los que parecen ser los actores van vestidos de obreros y empiezan a montar barreras metálicas de las que se instalan en las carreteras.
El diseño de escenario realizado por Jon Bausor está dominado por una grúa, dos caravanas y una furgoneta. Al fondo aparece un cartel que indica que próximamente todo se convertirá en una nueva urbanización. Cuando la acción de El sueño de una noche de verano se traslada a un bosque cercano la grúa eleva una de las caravanas, mientras que la otra se abre para convertirse en un vergel.
Muy al principio, sin que apenas la audiencia lo note, aparece un personaje que al igual que un camaleón se convierte en la chapa de una de las caravanas. No mueve un musculo durante los primeros veinte minutos, algunas personas creen que es un muñeco. Sorprendentemente cuando comienza a hablar lo hace en castellano.
Matthew Dunster ha introducido otros cambios con respecto al original de William Shakespeare. Convierte la representación de Píramo y Tisbe, casi al final de la obra, en un pequeño musical.
Incluso con mal tiempo es recomendable visitar el teatro al aire libre Regent’s Park de Londres. En la representación a la que asistí, comenzó a llover pero el público ni se inmuto, sacó sus paraguas de forma natural. Los actores siguieron con la función como si la lluvia fuese un efecto especial.
