Más allá de la vida, este es el título de la última película de Clint Eastwood. ¿Existe otra vida después de la muerte? ¿Volveremos a ver a nuestros seres queridos? Eastwood nos plantea abiertamente el tema de la muerte en este film que genera muchas preguntas, pero que no da respuestas. Gracias a este californiano hemos conocido la América profunda, la vida de una mujer en el condado de Madison, de un jubilado en un barrio de Michigan. En esta ocasión hace un cambio de escenario para llevar al espectador a Tailandia, París, Londres y San Francisco. Un viaje que nos hará conocer a sus personajes.
Clint Eastwood es uno de los mejores directores del cine contemporáneo. Película, tras película lo ha ido demostrando y nos ha dejado obras maestras como Sin perdón, Ejecución inminente, Los puentes de Madison, Mystic River, Million Dollar Baby o Gran Torino , entre otras muchas. El mejor que nadie ha sabido quitarnos el aliento, ha sido capaz de expresar en una frase, el sentido de toda una vida.
«Los viejos sueños eran buenos sueños. No se cumplieron, pero me alegro de haberlos tenido» (Los puentes de Madison, 1995)
“Matar a un hombre es algo muy duro, le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría tener» (Sin Perdón, 1992)
«La magia de librar batallas más allá de lo humanamente soportable se basa en lo mágico que resulta arriesgarlo todo por un sueño que nadie más alcanza a ver excepto tú» (Million Dólar Baby, 2005)
Mas allá de la vida plantea la muerte y la búsqueda de la verdad a través de los ojos de tres personas que la han experimentado de alguna m
anera. Marie LeLay (Cécile de France) una periodista francesa que tuvo una experiencia cercana a la muerte. Marcus (Frankie y George McLaren) un niño inglés que pierde a su ser más querido, su hermano gemelo, y que no asume, ni entiende el por qué y necesita tener respuestas y George Lonegan (Matt Damon) un hombre con el don de poder hablar con los muertos.
Clint Eastwood vuelve a encargarse de componer la música, y nos conmueve con una melodía delicada y sencilla. Las notas del piano acompañan a toda la película. Sigue contándonos las historias entre luces y sombras. Eastwood construye la historia como el sólo sabe hacer, sin artificios, con un profundo equilibrio e intimismo.
Sin duda no es una de sus mejores películas. Un film sólo apta para eastwoodianos, para los que nos conformamos con ver y escuchar un par de genialidades de este gran director que con el paso de los años ha ganado en sabiduría y que cumplidos los 80 todavía tiene mucho que enseñarnos.
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