En el cine las pretensiones pueden pasar factura, y a la hora de enfrentar los estrenos en taquilla puede que menos sea más. Mi semana con Marilyn, la recién estrenada película del director Simon Curtis sobre un período de tiempo muy concreto en la vida de Marilyn Monroe, cuando ya era la mujer más famosa del planeta y tiraba de pastillas y alcohol para sobrellevar su atormentada existencia, tiene menos pretensiones y más interpretaciones, menos de biopic y más de entrañable y vivo retrato.
La llegada a Londres en 1956 de la estrella más sexy y adorada de Hollywood para rodar junto al actor y director Sir Laurence Olivier (Kenneth Branagh) El príncipe y la corista, es motivo de revuelo entre la prensa inglesa y la convulsa industria cinematográfica del momento; pero nadie parece estar más encantado con este particular circo que el joven y recién llegado Colin Clark (Eddie Redmayne). Afanado en meterse dentro del mundo del espectáculo, Colin consigue trabajo como tercer ayudante de dirección en la película que Monroe rodará en Inglaterra. Pronto, su pasión y su disposición para el trabajo llaman la atención del equipo del filme, muy en concreto de la encantadora y juguetona Marilyn, que busca desesperadamente un amigo fiel dentro de un entorno desconocido para ella y en el que se le exige mucho más de lo que se encuentra preparada para dar. 
Con un elenco de actores con el que Simon Curtis parece haberse cubierto por completo las espaldas de cara a la crítica en su debut para la gran pantalla, Mi semana con Marilyn será probablemente el lanzamiento merecido y definitivo de la espléndida Michelle Williams (nominada al Oscar a Mejor Actriz por este trabajo), cuyo parecido con Monroe en la caracterización es tan asombroso como lo es su interpretación, entrañable, tierna, absolutamente fiel a un personaje que creemos conocer muy bien pero que nos sorprende en matices y miradas. Al gran trabajo de Williams se le suman la impecable presencia de Kenneth Branagh, Julia Ormond –en el papel de Vivien Leigh (actriz y esposa de Olivier)- y Judi Dench dando vida a la actriz Sybil Thorndike, así como las notables interpretaciones de los jóvenes Eddie Redmayne y Emma Watson.
Mi semana con Marilyn, basada en un libro autobiográfico del propio Colin Clark, es un evocador regalo para los espectadores, sobre todo para aquellos que alguna vez soñaron con la actriz, su belleza y su dulzura. Para ellos, el filme de Curtis les devolverá a una Marilyn como la del sueño y les hará creer que aún queda mucho más de ella.
Fotografía: Universal Pictures
