Luis Ramiro se despide de Madrid hasta febrero -

A las 21:30 hrs. pasadas aparecía la noche del jueves Luis Ramiro en el escenario de la sala Galileo Galilei para comenzar su último concierto en Madrid hasta febrero, mes en el que estrena nuevo disco, Magia. «Mi manager me ha reñido porque he tocado cuatro veces en Madrid en un mes, dice que hay que dejar a la gente con ganas», bromeaba el madrileño. Acompañado de su banda -Juancho Guevara, Ezequiel Nava, Lorenzo Vilches y Adrián Segura-, empezaba el repertorio que tenía preparado para su noche.

Una de las primeras canciones que tocó fue En Circulos, un tema potente y con ritmo para contrastar con el que sería el siguiente, El café. Como él mismo apuntaba «se pueden hacer dos tipos de conciertos: uno en el que estemos cortándonos las venas todo el rato u otro en el que se alternen las canciones», por ello se ponía melancólico momentos después de venirse arriba. Así es él.

Luis Ramiro estuvo, como es habitual entre los cantautores, en constante interacción con el público. «Esta canción no te la dedico porque se titula Puta, luego te dedico otra», le comentaba a una de las asistentes que había bromeado pidiéndole que tocara la canción Aserejé, que tantos bailes veraniegos nos ha dado. Después, se quedó a solas con su guitarra y, a petición del público, tocó Pandora, la cual tiene una de las letras más románticas y lentas de su disco El mundo por delante.

Tras ello, acompañado de Lorenzo Vilches al piano, cogía el micrófono al más puro estilo Julio Iglesias para interpretar Contigo, una canción «que no está en Youtube ni debe estar» pero que le apetecía cantar esa noche y que será una de las que aparezcan en su nuevo disco. Y volvió su banda para tocar uno de los temas más aclamados, Perfecta, el cual introdujo recitando un poema de su libro Te odio como nunca quise a nadie. «No me considero poeta, soy escritor de canciones y esto lo he hecho porque me apetecía, como un juego… Hay gente que me dice: `me gusta más como escribes que como cantas´ y yo pienso: `pues te jodes que voy a seguir cantando´ es lo que hay», confesaba entre risas Luis Ramiro.

Antes de marcharse del escenario, para posteriormente hacer el bis, fue el momento de tres temas más cañeros: El monstruo del armario, El rey de la pista y Romper, esta última dedicada a una chica del público a la que había dejado a su pareja. «¿Cuánto dura el luto cuando te dejan?», se preguntaba el madrileño.

Después de que los asistentes pidieran más canciones, Luis Ramiro volvió con su mítica canción Relocos y recuerdos. Y sorprendió cuando invitó al escenario a su compañero y amigo Rafa Pons (que tocaría al día siguiente en la sala Joy Eslava) para cantar Nos casamos en Las Vegas, tema con el que pusieron a todo el público a bailar. El punto final a la noche lo puso con Tiovivo e invitó a todo el que quisiera a subir al escenario a acompañarle. Sobra decir que únicamente subieron chicas, Luis Ramiro se las lleva de calle.