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La ultraviolencia se desata en Nápoles

Hinchas Radicales
Hinchas Radicales, el nuevo estreno de Netflix

En una pequeña iglesia de Nápoles, muy cercana al puerto, se acaba de consumar un enlace matrimonial. Todo parece llevar el ritual típico de los exteriores de una boda: los novios se besan, los familiares y amigos les felicitan y el arroz viaja directo hacia sus cabezas. Pero, súbitamente, en un extremo de la plazoleta, se prenden varias bengalas y se extiende una pancarta azul y blanca que reza “Apache”. Los recién casados se colocan frente a ellos: él está recto, como en un desfile militar y canta al son del grupo. El novio es uno de los integrantes de la facción ultra del S.S.C Napoli, que se hacen llamar los Apache.

Religión y fútbol como forma de vida. Dos elementos que son los principales motores de esta ciudad al sur de Italia. Incluso se cruzan. Todo se vio más diáfano cuando, en la década de los 80, Diego Armando Maradona alcanzó el estatus de dios para los aficionados napolitanos, época que coincidió con los mejores años del club. La adoración es tal que, aunque hayan pasado décadas desde que el crack argentino se enfundase por última vez la indumentaria blanca y celeste del Nápoles, la ciudad sigue exhibiendo su rostro por todas partes. Esto dice mucho de la pasión desenfrenada del napolitano hacia el fútbol, una pasión que, en algunos casos, es utilizada como pretexto para iniciar comportamientos violentos dentro y fuera de los recintos deportivos.

La violencia amparada en la excusa del fútbol es el tema central de Hinchas Radicales, que supone el debut como cineasta del italiano Francesco Lettieri. El nombre de la pequeña organización de los Apache es ficticio, así como los símbolos que utilizan, pero se podría ajustar perfectamente al comportamiento y modo de vida de un grupo ultra actual.

El punto de mira se centra en la figura de Sandro, más conocido como “el mohicano”, quien lidera el grupo. Es un hombre cincuentón, peina canas y lleva más de treinta años recorriendo Italia para animar a su equipo de fútbol; también para pegarse con aficionados rivales y dejar algunos cadáveres por el camino. Por esta razón, las autoridades no le permiten ni a él ni a los compañeros “de su quinta” acceder a ningún estadio estando sometido a vigilancia policial. Sin embargo, son los que comandan a los Apache desde la sombra: los mayores tienen un estatus de intocables y dan órdenes; los de mediana edad emplean la violencia y, a su vez, enseñan el oficio a unos chicos que ni siquiera han alcanzado la mayoría de edad.  Por tanto, la película nos dibuja una organización jerárquica, muy similar a las estructuras que componen la Mafia.

Pero la de “el mohicano” no es la única perspectiva que muestra el film. Angelo, uno de los más jóvenes Apaches, perdió a su hermano en una pelea con otros ultras, cuando la organización ya estaba en manos de Sandro. Se encuentra extraviado, con un padre ausente, un hermano muerto y una madre que no sabe qué hacer con él. Lo más cercano a un tutor que tiene es a Sandro, que intentará redimirse de las salvajadas que ha cometido en el pasado encauzando al joven. Todo esto sucede en mitad de una espiral de violencia, guerras internas y drogas.

Hinchas radicales

En resumen, Hinchas radicales nos acerca al modo de vida ultra, tal y como años atrás lo hicieron otros títulos como TheFootball Factory (diario de un hooligan) (2004) o Hooligans (2005), en ambos casos sobre los aficionados radicales de Inglaterra. En el que nos ocupa, el resultado final es un tanto irregular, ya que no consigue mantener el ritmo durante todo el metraje y se muestra superficial en aspectos de gran importancia, como las motivaciones políticas de estos grupos -que suelen estar adheridos a ideologías extremistas- o la influencia que, en muchos casos, ejercen en las ciudades. Tampoco contiene una gran variedad de escenarios, aspecto que podría ser mejor aprovechado teniendo a la bellísima Nápoles como telón de fondo. Cabe destacar la interpretación de Aniello Arena en su papel de “el mohicano”.

El más importante de los alicientes que tiene el visionado de Hinchas radicales es que, lamentablemente, se trata de uno de los escasos estrenos cinematográficos que van a salir a la luz en estos meses, debido a la crisis global del coronavirus. Las salas de cine permanecerán clausuradas durante un tiempo, por lo que habrá que disfrutar de las novedades relativas al séptimo arte desde casa. Así que ya saben: denle uso a las plataformas en streamingHinchas radicales se distribuye en Netflix, por ejemplo- desempolven sus DVD y que nada les impida seguir viendo cine. ¡Y no salgan!

Javi Higueras

Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Cine, deporte y música; no necesariamente en este orden. Spike lee me dijo: "haz lo que debas."

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