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Kitty Genovese en la cultura: parábola de la apatía

Kitty Genovese, foto del tráiler de 'Witness'
Kitty Genovese en un fotograma del tráiler de Witness. | YouTube
Kitty Genovese, foto del tráiler de 'Witness'
Kitty Genovese en un fotograma del tráiler de Witness. | YouTube

Son las 3 y cuarto, aproximadamente, de la mañana. Una chica, Kitty Genovese, aparca tras otra noche de trabajo, posiblemente bien hecho. Vive bien, en Queens, junto a su amante. Aunque haya bares para lesbianas, como en el que conoció a Mary Ann Zielonko, 1964 no es todavía un año para proclamar su sexualidad en un barrio residencial. Cuando baja del coche y se propone recorrer los pocos metros, unos 30, que le separan de su casa, un hombre baja de otro vehículo. Ella lo ve. Él corre. Ella huye. Él la apuñala dos veces en la espalda. Ella grita.

A partir de aquí, las versiones varían, pero la historia ya está en la Historia. Genovese no ha muerto todavía, lo hará de camino al hospital. El agresor huiría tras un grito de un vecino. Kitty intentaría llegar a su casa, pero el asesino y violador la alcanzaría de nuevo, tras una búsqueda descrita por los medios como “sistemática”. La encontró en un punto ciego, la volvió a apuñalar con su cuchillo de caza, la agredió sexualmente y huyó. Había pasado media hora.

Viñeta de 'Watchment' en la que se refleja el pensamiento en la época sobre Kitty Genovese.
Viñeta de Watchmen en la que se refleja el pensamiento en la época sobre Kitty Genovese. | YouTube

La policía reconoció 37 o 38 testigos. El New York Times tituló: “37 testigos vieron un asesinato y no llamaron a la policía”. Kitty llevaba muerta entonces dos semanas. Había nacido el síndrome Genovese, el cual dice que cuanta más gente vea un hecho es menos probable que intervengan. Una parábola sobre la apatía algo falaz, pero que funcionó muy bien en la prensa, y que sirvió a más de un autor para crear una historia.

Rorschach y los santos de Boondock, los hijos del síndrome Genovese

Alan Moore lo vio claro en Watchmen. Cuando creó a su maniqueo antihéroe Rorschach, puso el asesinato de Kitty Genovese como punto de partida en la espiral justiciera que le llevaría a no caer nunca en el efecto espectador. Es cuando escuchó de este caso cuando decidió transformarlo en un enmascarado. Por ello la relación entre el crimen que tuvo lugar el 13 de marzo de 1964 y el personaje de cómic es claro. Rizando el rizo, el material cambiante de su máscara viene de un vestido diseñado para, como era de esperar, Kitty.

Viñeta de 'Watchmen', Rorschach descubre que conocía a Kitty
Viñeta de Watchmen en la que Rorschach descubre que conoce a Kitty Genovese. | YouTube

En la película The Boondock Saints, protagonizada por Sean Patrick Flanery y el ahora archiconocido Norman Reedus, Kitty también juega este papel iniciático. Al principio del metraje un cura lanza una homilía con la joven de Queens como protagonista. Una ideología de la intervención que los hermanos MacManus se tomarán muy a pecho. El resto de la película es un delirio de Troy Duffy en el que los malvados no tendrán más opción que recibir un disparo.

Kitty Genovese: una trama típica y una canción irónica

El caso de un delito en el que todos los testigos callan es algo normalizado en la ficción. Pero los titulares elaborados en torno al caso de Kitty Genovese iluminaron una nueva senda en este tipo de tramas. Entre los más rápidos estuvo el equipo que realizaba la serie Perry Mason, abogado criminalista que libraba a sus desafortunados clientes de las acusaciones. La versión televisiva del personaje de Stanley Gardner se enfrentó a un caso similar en un episodio aireado el 21 de noviembre del 65. Ley y Orden es otra producción, mucho más moderna, que ha tirado de Kitty para crear sus casos en varias ocasiones.

Cuando Girls, serie de Lena Dunham, estrenó su capítulo dedicado a Kitty Genovese no sabían que su asesino, Winston Meseley, había muerto. Dado que la noticia del deceso fue con algo de retardo, ambos hechos casi coincidieron. Una especie de broma cósmica que la propia Dunham resaltó.

Phillip David Ochs, clásico de la canción protesta y el activismo de los años 60 y 70 en Estados Unidos, decidió denunciar la apatía que aparentemente rebosaba el crimen que acabó con la vida de Kitty Genovese. En su Outside of a Small Circle of Friends, canción de 1967, el asesinato abre una serie de ejemplos en los que testigos deciden no hacer nada ante situaciones límite o injustas. Como canta Ochs, “no le importará a nadie fuera de un pequeño círculo de amistades”.

Genovese, no solo un síndrome

Siendo una joven mujer lesbiana, trabajadora, inteligente y hasta cierto punto triunfadora, no todos quisieron verla como una víctima de asesinato que dio nombre a un efecto psicosociológico. Así, James D. Solomon colaboró con el hermano de Kitty, William Genovese, en un documental que no pone el foco en la apatía de los testigos, sino en la prensa. Witness es una producción en la que se ahonda en la generalización e inexactitud que hizo la prensa de unos hechos en los que nadie cuestionó la historia oficial, aceptando la pseudo-criminalización de aquellos que según dicho relato no hicieron nada. Una visión alternativa que deja en la cuneta muchos tópicos asociados al caso Genovese.

Lo cierto es que hace 53 años Kitty murió porque Winston Meseley quiso “matar a una mujer” para ver lo que se sentía. Una parábola sobre el pasotismo de la sociedad del bienestar demasiado perfecta como para cuestionarla. Y es que, ¿quién no se levantaría de la cama a las 3:15 de la mañana para bajar a ver qué pasa al escuchar un grito en la calle, como muchos otros oídos y varios pisos por debajo del lugar en que se duerme?

Javier Retuerta Merino

No se me ocurre nada grandilocuente que poner...

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