‘Jumanji: Bienvenidos a la jungla’: entretenimiento simple y eficaz

Karen Gillan, The Rock y Jack Black.
El humor de Jumanji: Bienvenidos a la jungla imita al de todas las películas de The Rock.

Un elemento clave para que una película triunfe es que cumpla con sus propias expectativas. Realizando un ejercicio comparativo mental, uno puede sorprenderse recordando una película de aparente simpleza con mayor consideración de la que puede tener hacia otra con unas aspiraciones estéticas mucho mayores. Todo eso parte de una premisa simple: no puede decepcionarte algo de lo que no esperas mucho. De Jumanji: Bienvenidos a la jungla, el enésimo reboot de un clásico familiar noventero, nadie podía esperar demasiado. Quizá sea precisamente por eso que su visionado resulta tan agradable.

No nos engañemos: la película, dirigida por Jake Kasdan (Sex TapeBad Teacher), no pretende en ningún momento ser lo que no es. A saber: un relato narrativamente plano y cómodo en los lugares comunes, con un humor burdo y sencillo, sin recovecos de intelectualidad. Precisamente, ese es su mayor triunfo. Desde el principio se define a sí misma, sin dejar de recordarse a cada instante. El homenaje a la película original, la dirigida por Joe Johnston y protagonizada por Robin Williams en el 95, no va mucho más allá de la obvia referencia estructural: existe un juego de mesa dentro del cual se esconde un universo selvático, poblado por fuerzas luminosas y oscuras -las oscuras no lo son tanto como sí lo eran en su predecesora-.

Aquí, el formato se transforma para agarrar referencias varias, en ocasiones muy próximo a El club de los cinco (cuatro jóvenes, muy diferentes entre ellos, viviendo aventuras mientras están castigados), en otras cercano a Los Goonies o la reciente It (la camaradería entre los jóvenes como punto de encuentro emocional). Sin embargo, el humor es la característica más definitoria de la cinta. Y es que parece ser que todas las películas que protagoniza Dwayne ‘The Rock’ Johnson adolecen de la misma estupidez cómica. Ya pasó este mismo año con Los vigilantes de la playa: los chistes son tan absurdamente malos que acabas riéndote de lo terribles que son. La comedia no es el contenido, sino el envoltorio.

Matizado diseño de personajes

La película, sin embargo, no se retira en su concepto humorístico, sino que pretende realizar un amago de radiografía social de los adolescentes a través de sus cuatro protagonistas. El personaje central, Spencer (encarnado por ‘The Rock’ en la realidad paralela de Jumanji e interpretado por Alex Wolff en el mundo real), es un joven escuálido, un nerd obsesionado con los videojuegos que ha visto cómo su condición social lo ha separado de su mejor amigo de la infancia, Fridge (interpretado por Ser’Darius Blain), ahora un popular miembro del equipo de fútbol del instituto. Sin embargo, al entrar en el juego, Fridge se convierte en el pequeño Kevin Hart, con lo que sus roles, en cierto modo, se invierten. Se entiende que la película busca relativizar la importancia de la apariencia física entre los adolescentes.

Junto a ellos aparecen los dos personajes femeninos del film. Por un lado está Bethany (Madison Iseman), la prototípica chica guapa obsesionada con su imagen que, al convertirse nada menos que en Jack Black al entrar en Jumanji, se revela como un personaje de elevada complejidad. Por otro aparece Martha (Morgan Turner), quien metamorfosea en Karen Gillan y avanza en la dirección opuesta a Bethany: ella empieza mostrándose como una persona reservada y sufre, a lo largo de la película, un proceso de apertura social. En todo este cuadro de clichés, Jumanji: Bienvenidos a la jungla realiza un interesante papel para desclasificar a los adolescentes, traerlos a todos al mismo pasto. Todos son jóvenes, todos sufren por hallar su identidad.

Pese a todo, mentiría si no remarcase que toda esta reflexión no es más que un subtexto ligero que desprende la película. En su mayor parte, la cinta se compone de chascarrillos fáciles, una narrativa ramplona y una sucesión de gags sin especial gracia. Pero, una vez más, su mayor triunfo es ser consciente de que es así. Podemos concluir, pues, que Jumanji: Bienvenidos a la jungla es un ejercicio cinematográfico sin demasiadas pretensiones, en cierta medida divertido, asumible para pasar un rato de desconexión cerebral y tampoco sufrir demasiado si el cerebro se conecta de vez en cuando.

Adrián Viéitez

Periodista cultural y deportivo. Dulce y diáfano. Autor de 'Espalda con espalda' (Chiado Ed., 2017). Escribo para salvarme de mí mismo.

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