Julio Verne o la posibilidad de hacer realidad lo irrealizable

Límite. 1: (lat. limes, -itis). Línea visible o imaginaria que señala la separación entre dos cosas. 2: Punto que indica o determina hasta dónde puede llegar algo o dónde termina.

Julio Verne (1828-1905), escritor, poeta y dramaturgo según la página de Wikipedia y según los cánones descriptivos convencionales y formales. Hombre curioso, con gran capacidad para sentir intriga y adquirir conocimientos, efusivo lector, explorador nato tanto en formato físico como imaginario, apasionado, estudioso de las ciencias y las letras, tenue reencarnación del humanista renacentista, coleccionista, intrépido, narrador de aventuras y vidente de otras, genio afable, genio inquieto… Según lo que destilan sus obras, sus palabras, su imaginación; que, de responder a alguna de las dos acepciones, sería a la primera. Pues la imaginación no tiene límites.

'Carte des Voyages très Extraordinaires' · Albert Robida · Paris, 1879
‘Carte des Voyages très Extraordinaires’ · Albert Robida · Paris, 1879.

El Espacio Fundación Telefónica nos permite colarnos, como Alicia por la madriguera, en el extraordinario mundo del escritor y las grandes exploraciones geográficas de su época a través de la muestra Julio Verne. Los límites de la imaginación. Inaugurada el pasado mes de noviembre y expuesta hasta febrero de 2016, está comisariada por María Santoyo y Miguel Ángel Delgado, y el magnífico diseño expositivo es obra de Fernando Muñoz Gómez, quien ha sabido crear y decorar un espacio en el que los cinco sentidos del visitante despiertan y sienten, verdaderamente, que se encuentran inmersos en un universo mágico bajo los mandos de Phileas Fogg o el capitán Nemo.

Una de las ediciones expuestas.
Una de las ediciones expuestas.

La frontera, a veces tan clara y otras tan difusa, entre la ficción y la realidad, es el núcleo en torno al cual gira esta exposición, que nos anima a sentirnos valientes por un día y vivir aquello que hemos imaginado leyendo Viaje al centro de la Tierra, Cinco semanas en globo o La vuelta al mundo en ochenta días. Tierra, aire, hielo, agua y espacio y tiempo como escenarios, y personajes fascinantes de la talla de Manuel Iradier, Nellie Bly, Isaac Peral o el fotógrafo Nadar como compañeros de viaje; la exposición se convierte en un auténtico periplo de descubrimientos tanto geográficos como literarios y personales.La primera parada es «El gabinete de Verne», una recreación de aquel lugar único desde el cual Julio Verne leía, soñaba y escribía. Junto a una valiosa colección bibliográfica (entre la que destaca la primera edición mundial de Veinte mil leguas de viaje submarino, 1869), se puede contemplar un bestiario ilustrado o una selección de los personajes más conocidos de las novelas. Y, de un salto, del globo a una nube, «Los territorios vernianos»: La tierra conocida y desconocida, Trotamundos, Mobilis in Mobili, Desiertos de hielo, Flotar o volar, Alrededor de la Luna y 2889. Territorios sobre los que escribió y, en algunas ocasiones, hasta visitó. Territorios fascinantes que, aún hoy, están por explorar.

¿Quién dice que no es sueño sino realidad?
¿Quién dice que no es realidad sino sueño?

Fotografías, dibujos, maquetas, carteles y objetos de todo tipo atraen nuestra atención, mientras que, gracias a los paneles explicativos que nos guían a través de la montaña, el mar o la Arcadia de los viajeros, conocemos la personalidad y las proezas de personajes como el cineasta Georges Méliès, Sir Ernest Shackleton, que fotografió la Antártida, o Nellie Bly, primera mujer en dar la vuelta al mundo (y en 72 días, superando al mismísimo Fogg).

Yendo de un continente a otro, paseando entre parajes tan dispares como fascinantes, avistando horizontes inexplorados; uno se deja llevar y no se percata de que, a lo largo de la exposición, una música enigmática y evocadora, que denominaríamos comúnmente como ciencia-ficción, intensifica la sensación de hallarse, verdaderamente, en otro planeta. Y como esa experiencia no es un tren que pase muy a menudo por nuestra estación, el Espacio Fundación Telefónica ha organizado una serie de actividades en torno a la exposición durante estos meses, dirigidas a todos los públicos, como recitales, charlas, proyecciones de películas o conferencias. Una alternativa complementaria para quienes quieran ampliar sus conocimientos y, por qué no, convertirse algún día en aventurero.

La frontera entre ficción y realidad, como se ha mencionado, es sin duda la seña de identidad de esta exposición, así como lo es en la vida de todos los que se consideran soñadores. Pero, de escoger una segunda opción, sería la frontera entre la inspiración que tuvo Julio Verne en sus contemporáneos y la inspiración que tuvieron ellos en él. Las ideas del escritor que llenaron de valor a los entusiastas exploradores del mundo, y los logros de éstos que llenaron de sueños las páginas aún no escritas de aquél. La posibilidad de realizar lo irrealizable, que viajó de unas mentes a otras, las mentes de quienes, en su día, fueron llamados locos.

Una de las instalaciones decorativas de Fernando Muñoz Gómez.
Una de las instalaciones decorativas de Fernando Muñoz Gómez.

Andrea Reyes de Prado

«Lo que permanece lo fundan los poetas» (F. Hölderlin).
Humanista, curiosa, bibliófila, dibujante y extemporánea.

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