El camino inverso es la nueva exposición del escultor Julio López Hernández. Se podrá visitar del 15 de enero hasta el 6 de marzo en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y en ella se muestran algunas de las obras más emotivas y familiares del artista. Comisariada por su hija, Marcela López, la exposición supone un regreso al trabajo del escultor desde la idea a la obra, desde sus dibujos a sus esculturas.
Julio López Hernández (Madrid, 1930) es académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1986 y fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas de España en 1982. En la inauguración de El camino inverso se mostró muy agradecido por poder exponer en el lugar donde hace 67 años comenzó su trayectoria en el mundo del arte dibujando a carboncillo. López Hernández considera que “en esta exposición se valora muy bien esa convivencia entre escultura y dibujo”. El artista no concibe el uno sin el otro y por ello se muestran todos los elaborados dibujos que realiza antes de cualquier escultura.
El estímulo de la imaginación y el fomento de la creatividad son esenciales para el artista. Por eso repetía insistentemente a su hija cuando era pequeña: “Tienes que dibujar más, dibuja a todas horas y todo lo que veas”. Marcela López, hija del artista, afirma que ha asumido la tarea de comisariar la exposición de su padre “únicamente por amor”, ya que no se dedica profesionalmente a ello. Confiesa sentirse muy agradecida por las esculturas de su padre, muchas de las cuales representan a miembros de su familia e incluso a ella misma. “Nos ha rescatado para la eternidad, nos ha situado a toda la familia en un ámbito que no tiene tiempo y en el que aparece lo mejor de nosotros. Me siento emocionada por tener la oportunidad de por fin ver esas esculturas que siempre están almacenadas en el estudio de mi padre tan esplendorosamente desplegadas”, explica agradecida.
El camino inverso lo forman noventa dibujos, treinta y una esculturas y dieciséis medallas. Es en los dibujos del escultor donde se asientan los principios renovadores de sus obras. El artista define sus trabajos dentro del arte figurativo y el realismo madrileño. Considera que “la eclosión de la abstracción, de lo sublime, ha dejado en un segundo plano el realismo, la figuración. Parece ser que es temido por impregnarse de antigüedad. Lo que hay que hacer es revitalizarlo, verlo en la vida.”
Para López Hernández “el realismo ha sido empequeñecido en su descripción. El mundo de la abstracción, al no tener referentes directos, permite una fantasía interpretativa mayor. El realismo te ata a una cierta línea. Crear, fantasear e imaginar a partir de esa línea ya marcada parece que sea más difícil y causa menos interés. La exuberancia de la abstracción lo ha dejado en un segundo plano. Pero sigue estando presente, ya que se necesita de ese lenguaje de comunicación”. López Hernández comprende la figuración como un arte fácil de entender aunque no por ello menos interesante en cuanto a profundidad que la abstracción.
El artista considera la exposición como un complemento de la que se inaugurará en febrero en el Museo Thyssen sobre los realistas de Madrid, en la que también se expondrán obras suyas participando en un colectivo. Algunas de las piezas destacadas son los estudios para el Monumento a Federico García Lorca o para Marcela y su luz.
El camino inverso propone una experiencia de regreso, seguir los pasos del artista de la obra a la idea para comprender mejor el curso de su pensamiento creativo. Es un volver a los orígenes de uno de los más relevantes escultores de España. Por último, ¿qué consejo da a los jóvenes artistas que estén empezando? Que saquen sus ideas y su inspiración de la vida. “Sáquenlo de la vida, no del arte”.
Exposición El camino inverso
Del 15 de enero al 6 de marzo de 2016
De martes a domingo de 10:00 horas a 15:00 horas
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid (Metro Sevilla)
