‘Gente que viene y ¡Bah!’, entretenimiento sin sorpresas

Fotograma de 'Gente que viene y ¡Bah!'

Fotograma de 'Gente que viene y ¡Bah!'

En 2016, María Ripoll se encargó de llevar a la gran pantalla la novela de Laura Norton No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas. Esta adaptación, protagonizada por Verónica Echegui, no tuvo gran éxito y, además, fue criticada por su falta de ritmo y su monotonía. Tres años más tarde y, con un poco más de suerte, Patricia Font (Barcelona, 1978) es la encargada de llevar a cabo otra adaptación de Norton, en este caso Gente que viene y ¡Bah!

La película cuenta la historia de una joven arquitecta que, tras descubrir el engaño de su prometido y sin saber qué hacer con su vida, decide volver a su pueblo natal y reencontrarse con su familia. Allí tendrá que aprender a convivir con sus tres hermanos y su extravagante madre.

Desde la primera escena, es fácil intuir ante qué tipo de largometraje estamos. Gente que viene y ¡Bah! es el tipo de obra previsible que todo el mundo sabe cómo se va a desarrollar y cómo va a terminar. En ella no hay lugar para la sorpresa, pero realmente no importa.

Lo que funciona de la cinta de Patricia Font (galardonada con el Goya al mejor corto de ficción en 2015 por Café para llevar) es que transmite un buen rollo que contagia y que hace que, pese a que el espectador sepa qué es lo que va a pasar, tenga curiosidad por seguir mirando. A diferencia de No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, Gente que viene y ¡Bah! sabe lo que es el entretenimiento, explotándolo a través de situaciones tan absurdas y divertidas como las protagonizadas por Paula Malia, así como ciertas dosis de realismo con Irene, el personaje que interpreta la siempre estupenda Alexandra Jiménez.

En sus interpretaciones vemos ciertas irregularidades. Mientras que Alexandra Jiménez, Carmen Maura, Carlos Cuevas y Álex García están muy bien en sus papeles (este último se va a hacer un experto en las adaptaciones de Laura Norton), Clara Lago está más floja de lo que nos tiene acostumbrados, dando la sensación de que está sobreactuada en gran parte de su metraje.

Si buscas una peli con la que pasártelo bien y desconectar de todo durante una hora y media, Gente que viene y ¡Bah! es la cinta que estabas esperando. No es ninguna obra maestra, pero sabe entretener y jugar con los elementos que tiene.

 

Valoración: 3/5

Lo mejor: El buen rollo que transmite

Lo peor: Una Clara Lago muy sobreactuada y una trama donde se echa en falta algún elemento de sorpresa

Jorge Caracuel Suero

Periodista. Nacido en Marbella. Graduado en Periodismo por la Universidad de Málaga. Actualmente resido en Madrid cursando un Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. Amante de la cultura y, sobre todo del cine. Escribir críticas de películas es mi pasión.

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