Eurovisión: triunfo danés, fracaso español

El triunfo de Dinamarca solo ha servido para recordar una cosa: España, una vez más, ha perdido el festival de la canción europea. Pero no es solo eso, este año, además, tenemos  la «mala suerte» (por llamarlo de alguna forma) de quedar en penúltima posición. ¿Cuáles han sido las claves que han llevado al país danés a su gran victoria y al nuestro a un profundo fracaso? Vayamos paso a paso.

Tal y como hiciera Azerbaijan hace dos años con la canción Running Scared, de Ell & Nikki, Dinamarca, el país ganador de esta 58º edición del festival de Eurovisión, ha testado mediáticamente su tema Only Teardrops. Si al escucharla por primera vez creíste que te sonaba, andabas en lo cierto. Se trata de la misma canción que se ha escuchado en las promos de Anatomía de Gray en Divinity. Y es que no es la primera vez que el canal de Mediaset acierta cogiendo un tema de Eurovisión para promocionar una serie. El año pasado seleccionó Euphoria, de Loreen, antes de que fuera favorita en el festival, para hacer las promos de Gossip Girl. Puedes ver la noticia completa pinchando aquí ya que, tanto en Youtube como en la página oficial de la cadena, parecen haber desaparecido los vídeos que daban fe de ello. Desconocemos las razones. 

¿Qué tenía el tema de Emmelie de Forest para ser la favorita? Ante todo, ritmo. Hemos asistido a una gala que ha destacado por sus melodías lentas y la austeridad de su puesta en escena. Los países que más han animado las gradas han sido los clasificados en la primera segunda semifinal. No se necesita el vestido que cambiaba de color de Moldavia, llevar al hombre más alto de Ucrania, darse un beso lésbico a lo Madonna o salir del interior de una bola gigante de discoteca, como hizo la representante de Bielorrusia. Nada de eso ha tenido que hacer la danesa para llevarse el festival a casa. Descalza y con un vestido similar al de Raquel del Rosario, la joven, que lucha por ser reconocida como la tataranieta de la reina Victoria de Inglaterra, deslumbró por su sencillez y escenografía. 

¿Qué le falló a España y al Sueño de Morfeo? Todo. Sin vecinos como Portugal o Andorra para acolchar nuestra caída, con un tema que quizás no era el mejor para llevar a un festival de tal magnitud, la inseguridad vocal de la cantante canaria que desafinó al inicio de la canción y el aislamiento que sufre nuestro país en la Unión Europea, provocó que nadie entendiera una canción cantada en español que, como ápice internacional, regaló su última frase en inglés: «with you until the end’. La premisa es clara: si no conquista en España, ¿por qué iba a hacerlo en Europa?

Sea como fuere, los resultado fueron destacables. El sueño de Morfeo y su Contigo hasta el final consiguió 6 puntos de Albania y 2 de Italia (a los cuales nosotros entregamos 12) y mantuvo el orgullo de no quedar en el último puesto (reservado a Irlanda) para auparse a la penúltima posición. Mientras, Dinamarca acumuló una gran cantidad de doces y sumó una friolera de 281 puntos que le dio el triunfo. 

Las audiencias tampoco nos han fallado. Eurovisión sigue interesando al público español, aunque después de Pastora Soler y su Quédate Conmigo, el interés ha bajado en un millón de espectadores. Aún así, los datos siguen siendo excelentes. Más de 5 millones de televidentes vieron en sus casas esta gran gala que acumuló para TVE un 33,1% de share

Un año más, España se queda mirando cómo otro país le arrebata el triunfo europeo. Quizás mantenerse siempre en el grupo de los Big Five, y no tener que pasar un proceso de selección hasta llegar a la final como hacen los demás países, hace que nuestro país se acomode y no se esfuerce para conseguir estar, al menos, entre los diez primeros. Eso sí, después de esta decepción las cosas solo se puede mejorar. El escarmiento para España ya está servido. Quizás al año que viene Divinity elija nuestro tema y, como designio o casualidad, ganemos… ¿por qué no? De ilusión también se vive… De hecho, la falsa victoria española producida como error informático por parte del Eurovisión.tv nos duró dos minutos, 120 segundos en los que España lideró Europa demostrando tener la mejor canción. 

 

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