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La tuna tiene nombre de mujer y rondará por Astorga

Encuentro Internacional Tuna Femenina Astorga
Imagen cedida por la Tuna Femenina de la Universidad de León

Borrachos, donjuanes, machistas, gorrones, anacrónicos. Son adjetivos que suelen atribuirse a la tuna universitaria. ¿Qué tiene eso de cierto? ¿Son realmente aquellos los rasgos que caracterizan a la estudiantina? Su origen es medieval, así que no podemos negar que tiene mucho de tradicional (las canciones, la vestimenta, las bandurrias…).  El alcohol y el flirteo está presente cuando se sale de fiesta, pero del mismo modo que lo hay entre el resto de jóvenes. ¿Machistas? Como en el resto de la sociedad española, todavía quedan tunos que están en contra de que las mujeres accedan al mundo de la estudiantina, ya sea porque piensen que no aportan nada interesante a nivel musical o porque consideren que las tradiciones se tienen que seguir a rajatabla. Lo cierto es que no es una tradición de hombres sino de estudiantes y, cuando las mujeres pasaron a formar parte de la universidad, se fueron creando las primeras tunas femeninas y, por lo tanto, es una tradición de estudiantes, tanto hombres como mujeres.

Ellas van abriéndose camino poco a poco en este ámbito movidas por el amor a la música, a los viajes, a la vida bohemia, la alegría, el desenfado y las amistades que no entienden de fronteras que constituyen la esencia de la organización estudiantil más antigua que existe. Pero no todo es divertimento, en la tuna se trabaja duro, cada uno tiene que dar lo mejor de sí tanto a nivel musical como participativo. Se trata de un sistema jerárquico que está basado en su pasado medieval.

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Documental cedido por Raquel Magaldi Santamaría

 

Una tradición medieval

Los orígenes de esta agrupación musical que en la actualidad sigue interpretando temas del folclore español y latinoamericano, en combinación con música popular contemporánea, son inciertos. Algunos estudios apuntan a que serían los continuadores de la tradición de los goliardos (siglos XIII y XIV), una clase de clérigos que vivían sin trabajar, aprovechando el hospedaje en los monasterios y dándose a los placeres carnales de la bebida, la comida y la música. El segundo origen se asienta en los siglos XV o XVI, en la figura de los «sopistas», estudiantes universitarios sin recursos que se servían de sus habilidades musicales para conseguir un plato de sopa (de ahí proviene la expresión «vivir a la sopa boba») en los mesones, por ello siempre se aseguraban de portar consigo una cuchara y un tenedor de madera. Cantaban coplas populares tanto a aquellos que les podían proveer de cobijo y yantar como a las bellas damas a las que rondaban en busca de un amor fugaz. ¿Por qué regiones se movían? Por las universidades más importantes de la época: Compostela, Salamanca y Palencia. El año 1598 fue muy importante para la agrupación, ya que la Instrucción para bachilleres de pupilos les ofreció viviendas benéficas y los estudiantes veteranos se empezaron a servir de «escuderos» o pardillos.

Del pardillaje a la veteranía

Los pardillos están a merced de los veteranos y deben acatar todas las órdenes que reciban por parte de ellos. A cambio sus superiores les proporcionarán instrumentos y les enseñarán a sacarles partido, les proporcionarán ropajes, les animarán a perder la vergüenza y a ganar en picardía, aprendizajes que les garantizarán la autofinanciación de viajes, trajes, comida… Una vez que el grueso de la tuna considera que el pardillo en cuestión domina su instrumento de cuerda, que conoce la mayoría del repertorio y que ha demostrado tener una actitud activa y participativa en la agrupación, es decir, que ha aprendido todo aquello que constituye el buen tunar, le bautizan en una fuente (sin importar que sea julio o enero, ni que esté en Cuba o en Siberia) y le conceden la beca, un trozo de tela cuyo color variará dependiendo de la facultad a la que esté adscrita su tuna y que se coloca encima del jubón mediante unos alfileres. Todo esto complementa el resto de una indumentaria idéntica a la que ya vestían los miembros de la tuna en el siglo XVII y que está compuesta por una capa (provista de escudos de los sitios visitados y de cintas bordadas por pretendientes, amigos o familiares), una camisa bajo el jubón, calzas, bombachos o gregüescos y zapatos o botas.

La mujer también quiere rondar

A lo largo de la lucha por la conquista de sus derechos y en el ámbito de la tuna, las mujeres han pasado de ser como Penélope, mujeres que sin garantías envejecían sin más compañía que su telar esperando conseguir el favor de su amado, a ser ellas las que ronden y quiebren algún que otro corazón. Hoy en día las tunas femeninas están mucho más aceptadas y en la mayoría de las salidas nocturnas por la ciudad y en los viajes se acaban mezclando con las masculinas. La más longeva actualmente en activo es la tuna de Derecho de Alicante, fundada en 1989. 28 años después ya existen 16 femeninas en España que, desde su fundación, han tenido y siguen teniendo que pasar por situaciones muy complicadas simplemente por el hecho de ser mujeres en un mundo que tradicionalmente les estaba blindado.

Una de las funciones de las veteranas es la de transmitir saberes y aprendizajes. Debido a las situaciones a las que la tuna femenina se tiene que enfrentar, hacen todo lo posible por forjar un carácter fuerte entre sus pardillas. Evidentemente, la herramienta de trabajo de toda tuna es la música. Por ello tiene preparada munición para aquellos momentos en los que alguien dice o hace algo insultante, canciones descaradas como Bájate al pilón, que han conseguido acallar numerosos comentarios machistas. Si algo identifica a la tuna es el ingenio y el don de palabra, al más puro estilo de las lecciones de vida de aquél ciego que fue amo del Lazarillo. Sin embargo, y a pesar de disponer de múltiples armas de tuna, aún falta convencer a muchos hombres de que son igual de capaces, de lisonjeras, de bohemias y de ingeniosas que ellos.

 

Encuentro Internacional de Tunas Femeninas ‘Ciudad de Astorga’

Aprovechando que marzo es el mes en el que se celebra el Día de la Mujer Trabajadora, la Tuna Femenina de la Universidad de León, junto con la colaboración del Ayuntamiento del municipio leonés, ha organizado un Encuentro Internacional de Tunas Femeninas en el que participan quince estudiantinas femeninas procedentes de toda España (desde Bilbao a Cádiz), Holanda y Portugal. Se trata de un acto de carácter benéfico cuya recaudación irá destinada a la investigación del cáncer de mama. Esta reunión, que celebra la participación activa de la mujer en todas las esferas de la sociedad, contará con diferentes eventos distribuidos entre el viernes 10 y el sábado 11:

Viernes 10

  • 20:30 Recepción de las tunas en el Ayuntamiento.
  • 21:00 Ronda en el balcón del Ayuntamiento (Plaza Mayor).
  • 21:30 Pasabares por la ciudad.

Sábado 11

  • 18:00 Actuación benéfica en el Teatro Diocesano.

Blanca Ballester

Llevo lentillas, o gafas, dependiendo del día. Gracias a ellas puedo ver el mundo de forma nítida, la cultura actúa de la misma manera. Crecí en un pueblo de mar valenciano, uno de los que pintara Sorolla. Más tarde estudié en la ciudad de Gaudí y en el Londres por el que discurren las historias de Sherlock Holmes. Ahora trato de abrirme paso como periodista cultural en el Madrid que tanto ha cantado Sabina. Quiero que tú también te pongas mis gafas y te invito a viajar conmigo a través de la cultura.

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