En la flor de la vida es un exquisito largometraje francés, de género humor y drama, que te envuelve en el sentido más familiar de cada uno. El argumento de la película trata sobre la vida de Gaspard Dassonville, interpretado por Pierre Arditi, que es un productor y presentador de televisión. Pese a tener 63 años, se resiste a que su carrera profesional su juventud acaben. Gaspard, por circunstancias de la vida, se verá obligado a acoger en su casa a su padre, Hubert Dassonville, encarnado por el consolidado actor Jean-Pierre Marielle. Su padre, ya anciano, tiene problemas de salud y no puede cuidarse solo, pero es tan rebelde que tampoco quiere que le cuiden, llegando a hacer la vida imposible a su propio hijo. Todo vuelve a la calma cuando, de repente, aparece Zana Kotnic (Julie Ferrier), una maravillosa mujer que parece ser la cuidadora perfecta para Hubert. Zana les hace ver la felicidad y plantearse cosas de la vida, como lo importante que son los pequeños detalles cotidianos del día a día junto a las personas que queremos. Los tres se complementan perfectamente y pasan a tener una gran amistad.
Un film realizado por Nick Quinn, director francés que quiere mostrar dos temas principales que son usuales para todas las personas. Por un lado, el llamado “síndrome Peter Pan”, que sucede en algunas personas que van haciéndose mayores, pero ellas no lo aceptan y no crecen psicológicamente, mientras que su físico dice lo contrario. Esto es un poco lo que le ocurre a uno de los personajes protagonistas, a Gaspard. Es un hombre que ha pasado ya de los sesenta años y que sigue pensando en cosas de treintañero, en salir de copas con chicas mucho más jóvenes que él, y que teme poder ser desbancado de su posición en el trabajo por trabajadores que llegan nuevos sin apenas experiencia.
Por otro lado, el segundo tema que se observa, es el miedo a mostrar los sentimientos a las personas que nos importan. En este caso a Gaspard, le pasa con su padre Hubert, lo cuida, lo quiere, pero nunca se atreve a decírselo. Aspecto que hace darse cuenta a Gaspard que sí está «en la flor de su vida».
Una banda sonora compuesta por el grupo de música brítanico We Were Evergreen, que hace aun más fresca la película, y aporta ese toque cómico, al que ayuda la gran actuación de Julie Ferrier (el personaje de Zana). Una mujer muy peculiar que es feliz pese a cualquier problema que haya a su alrededor, y que un momento tan aparentemente aburrido, como puede ser planchar la ropa, es capaz de convertirlo en divertido.
Una cinta de 83 minutos muy entretenidos, que hará disfrutar al público de la gran pantalla a partir del 1 de enero de 2014, adelantándose a la fecha que se tenía prevista en cartel. Un buen plan para empezar el año que propone Cultura Joven.
