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‘El trompo metálico’: el juego de la autoridad

El trompo metálico, ópera prima de Heidi Steinhardt, es una tragicomedia que trata del abuso de autoridad que sufre Catalina (Marina Cruz) a manos de sus padres, Anabel Alonso y Jesús Ruyman en la piel de Magdalena y Ricardo, respectivamente. Fue escrita en 2007 y ahora llega al Teatro del Arte tras haber sido representada en Latinoamérica durante varios años con reconocido éxito y diversos premios que lo avalan.

Aquí, el núcleo familiar no es sino una muestra a pequeña escala de un estado paternalista que rige el comportamiento de sus ciudadanos, en el cual han de primar el éxito y el cultivo del intelecto en detrimento de la ética.

Catalina es educada de forma férrea en aspectos que abarcan desde el ballet a la erudición, pasando por el protocolo y los cánones estéticos de la mujer. Esta se esfuerza enérgicamente por complacer a sus progenitores, tratando de completar ese cuadro de exigencias, convertido en su modus vivendi. Cada día, la adolescente se deja la piel en mejorar su puntuación, como en una partida de ‘alto el lápiz’, a la que es retada por sus padres cada sábado.

El padre representa la autoridad abusiva y la madre la ignorancia que, sin lógica alguna, caracteriza a algunos de los cargos que presiden el tejido social.

 

cuerpo 1

 

En cuanto a los elementos formales, destacan los efectos lumínicos diseñados por Tulh, que juegan un papel categórico al combinar la luz tenue con baños de claroscuros con sumo acierto.

La concepción del tiempo es uno de los factores más determinantes pues, lejos de enmarcar la historia, rompe el esquema lineal haciendo referencia a diversas épocas, incluida la nuestra. Steinhardt se ha decantado por este eje temporal poniendo de manifiesto que el drama representado es un problema aún por superar.

La de Anabel Alonso es una representación exquisita de la personificación de la vulgaridad. Su papel extravagante sirve de bálsamo para mitigar los momentos dramáticos que producen escalofríos en el público.

Jesús y Marina cuentan con papeles más naturalistas. El primero brilla por su frialdad contenida, y la más joven del elenco no defrauda, alcanzando el nivel de dos de los más reputados actores de España. La sensibilidad que derrocha contrasta con el hermetismo que proyecta Jesús y la frivolidad que caracteriza al personaje encarnado por Anabel.

De este modo, Heidi Steinhardt hace de un texto dramático un juego sarcástico, y viceversa.

Así, el trompo metálico es la propia Catalina. Este es un juguete que gira una vez liberado de la soga, y que se caracteriza por su resistencia y elegancia, pero está hueco por dentro; su interior solo sirve para guardar la cuerda. Es tan delicado que su superficie se ralla fácilmente, por eso hay quienes lo prefieren únicamente para decorar…

 

https://www.youtube.com/watch?v=p1Q26jeGgbs

 

El trompo metálico

Teatro del Arte.

Producción: Proyectos Labaska 64, La Brújula, Dlanada AC

Del 2 de abril al 8 de mayo.

Duración del espectáculo: 80 minutos.

 

 

 

 

 

 

 

Raquel Castejón Martínez

"La objetividad del periodista no existe. Más bien éste debe tender a una subjetividad desinteresada. Corresponde al lector establecer la distinción."
(Beuve-Méry)

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