Colores de lo más rítmicos, música de tonalidades sobrecogedoras y una puesta en escena que deslumbra con su entrañable sabor africano. Después de recorrer todo el mundo, el musical de El Rey León se estrenó el viernes pasado en el Teatro Lope de Vega de Madrid para ‘conmover’ a todo aquellos que se acerquen a disfrutar en directo de uno de los clásicos de más éxito de la factoría Disney. El espectáculo, producido por Stage Enterteinment y con el que ya se han divertido más de 60 millones de personas en todo el mundo, goza de una finísima producción, dirección y realización que demuestra por qué Broadway se ha ganado la fama que ostenta:
Una mágica coordinación de todos los elementos teatrales, pertinentes toques efectistas (como el apagón total al término de la canción ‘El ciclo de la vida’) o el hipnótico juego de luces y sonido, que hacen que sea imposible resistirse a la monstruosa espectacularidad de las obras nacidas en la conocida avenida neoyorkina.
La famosa historia del pequeño cachorro que abandona su hogar para luego volver en busca de sus raíces, cuenta en su versión teatral con variaciones que, en algunas ocasiones, hacen que se pierda la conexión con el mítico largometraje y el entronque directo de este con la infancia de muchas ‘generaciones Disney’. El cambio de la letra de las canciones o de algún diálogo inolvidable, son un ejemplo de esta pérdida momentánea del encanto que envuelve a la representación. Sin embargo, la aparición de nuevas escenas supone una variación acertada, que permite seguir el hilo argumental a los espectadores que no conozcan la trama original.
Tampoco hay que olvidar al portentoso elenco de actores que, con cautivadores movimientos animalescos y una entonación análoga a las de los personajes de la película, trasladan al público al centro de la más pura sabana africana.
El musical aspira a convertirse en uno de los más exitosos del mundo del espectáculo: tiene más de 70 premios desde que inició su andadura en Broadway hace 14 años y ya se le compara con históricos como Cats o Los Miserables. Todo un respaldo para el rey de la selva que durante dos años rugirá con fuerza en la Gran Vía madrileña.
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