El Rey Lagarto y las puertas de la percepción: ‘When You’re strange’

When you're strange cartel

El Rey Lagarto, Mister Mojo Rising, el chamán del rock… muchos nombres y muchas caras para un solo poeta: Jim Morrison. Tom Dicillo ha decidido hacerle homenaje a él y a The Doors en un documental de montaje en el que Johnny Depp relata los éxitos y fracasos de «El Rey Lagarto, yo parto y reparto», When You’re Strange. El inicio es impactante y muy sobrecogedor: el propio Morrison, protagonizando la película Highway, An American Pastoral, escucha por la radio de su coche la noticia de su propia muerte en París. La remasterización de las imágenes de la película de Paul Ferrara que Morrison protagonizó en 1969 y su incursión en un montaje limpio e imaginativo con ese audio demoledor, nos sitúa en una obra que le hace justicia, que le define desde el punto de vista de Dicillo pero, sobre todo, desde las entrañas del propio Morrison.

En la gran pantalla, Val Kilmer ya le había encarnado en una película, cuanto menos conflictiva, dirigida por Oliver Stone. La figura de Morrison como bebedor y mujeriego, sacando el lado rockstar de sexo, muchas drogas y algo de rock&roll eclipsaba la parte artística de Morrison que, tras la publicación de seis álbumes, una película y dos libros de poemas, quedaba patente en los círculos culturales de la América de los 60. Nunca olvidaremos imágenes como esa acompañada de ‘Venus in Furs’ de la Velvet Underground donde Warhol le regala un teléfono a Morrison con el que podía hablar con Dios (gracias a generosas cantidades de ácido y alcohol… deducimos); o la orgía de sexo y sangre con una supuesta bruja en la que lo psicodélico se mezcla con lo onírico y lo épico, todo envuelto en un halo de éxtasis y libertinaje en donde el orgasmo culminante es cantado por la arrolladora música de ‘Carmina Burana’.

En When you’re strange lo estridente es auténtico, no ficcionado: es la propia figura de Morrison bajo la selectiva mirada de Dicillo. Éste le hace justicia sacando a la luz material inédito de los conciertos de los Doors, de las anécdotas de backstage y del estudio de grabación… haciendo alarde de una cuidadosa elección de material donde Morrison queda perfectamente retratado en una mirada perdida, en una frase puntual o en alguna grotesca mueca… todo orquestado por la voz en off de Johnny Depp quien hace un trabajo inigualable con un tono grave, natural e intenso, siendo el único actor de toda la película.

Jim Morrison murió un 3 de julio de 1971 en la bañera de su piso de París, donde se había trasladado con su novia Pamela Courson para dedicarse a la poesía. Murió casi un año después de que Jimi Hendrix y Janis Joplin también dejasen un vacío en el mundo de la música. Los tres con la edad maldita: 27 años. En un momento histórico en el que el establishment se veía peligrar por la revolución de los hijos de América, la música era una gran escapada, una forma de expresión y también, pura unión. Era paz, era amor y era empatía.

Pero fue muerte para las cuerdas vocales rotas y envejecidas con sabor a Bourbon de Janis Joplin, para la sexual guitarra de Jimi Hendrix y para la profunda y provocadora voz de Jim Morrison. Murieron dejando un vacío en su tiempo y originando una mitomanía que continuó generación tras generación… Un imaginario de música, disconformidad, rabia y tragedia que el cine supo aprovechar para convertirlo en el arte de la imagen. Jim Morrison sentenció en su libro Poemas I: «Cinema is created by men for the consolation of men». Dicillo supo hacer realidad este verso de Morrison dándole la palabra en When You’re Strange para que él mismo se defina; y es que, en el fondo, el Rey Lagarto sólo puede ser retratado por el mismo Rey Lagarto.

«If the doors of perception were cleansed every thing would appear to man as it is, infinite…» William Blake, The Marriage Of Heaven & Hell

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