El que se coló entre bambalinas

En blanco y negro y sin retoques es cómo podemos disfrutar, desde el pasado 12 de enero y hasta el 26 de febrero, de los secretos mejor guardados de los diferentes artistas que el fotógrafo Sergio Parra ha retratado en los últimos 12 años. Su exposición Camerinos llega a Madrid permitiéndonos fisgonear, a nosotros simples mortales, dentro del espacio sagrado de estos magos de las emociones.

La actriz, Amparo Rivelles, desnudaba, en 1999, lo más íntimo de su trabajo ante la cámara del fotógrafo madrileño en el Teatro Alcázar. Fue la primera. Después la siguieron toda una lista de intérpretes, tanto nacionales como internacionales, que se dejaron plasmar entre bambalinas dando como resultado más de 60.000 imágenes de las que se han seleccionado medio centenar para ser expuestas.

Javier Cámara relajándose sentado en el suelo con aspecto informal antes de salir a escena en la obra Realidad, (Teatro María Guerrero, 2004) o el laborioso proceso de caracterización física de Nuria Espert en la obra La Celestina (Teatro Español, 2004) son algunos de los momentos únicos con los que nos deleita el objetivo de Parra y que tienen como protagonistas no sólo a actores como los citados sino también a importantes figuras del mundo de la danza y de la música, entre ellas Luz Casal o Estrella Morente.

En la exposición, Parra reproduce las fotografías en planchas de aluminio de 1, 50 x 2, 25 metros, lo que aporta mayor grandeza a sus protagonistas. Ubicados en el centro de la plaza de Santa Ana y en el interior y la fachada del Teatro Español, los retratos están acompañados por una proyección, dentro del museo, de 500 fotografías, así como, de un libro que incluye las imágenes que quedaron fuera de la muestra.

Camerinos es, sin duda, un completo documental que persigue mostrarnos el trabajo de fondo que conlleva ponerse en la piel de otro. Maquillarse, reírse, descansar, reflexionar, ejercitar los músculos, calentar la voz o darle los últimos retoques al vestuario. Cada artista tiene su proceso de transformación que generosamente comparte con la cámara de Sergio y este con nosotros.  “Nos muestra tal cual somos. Nos muestra por primera vez al público cuando somos sólo verdad”, alaba así Blanca Portillo el trabajo del fotógrafo en uno de los tres prólogos que inroducen el libro.

La exposición llega a Madrid al completo, incluyendo la imagen de la obra Infierno del esloveno Tomaz Pandur, inspirada en la Divina Comedia de Dante, que causó polémica el pasado verano durante su exposición en el Festival de Teatro Clásico de Mérida. La fotografía en sí muestra al actor Asier Etxeandía, antes de salir a escena, ultimando su maquillaje y con una imagen religiosa cerca del pubis. El malestar de los sectores más religiosos no se hizo esperar. Consideraron que podía herir sensibilidades y, finalmente, se procedió a su retirada.

A pesar de la polémica, el espectáculo debe continuar. Desde aquí los invito a disfrutar de este periplo fotográfico inédito y a convertirse en espías de las entrañas de los creadores de sueños.

Prepárense …¡cinco y entramos!

 

 

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