El gran DiCaprio sigue creciendo

FILE - In this Dec. 15, 2013 file photo, American actor Leonardo DiCaprio poses for a portrait, in New York. The United Nations has named Leonardo DiCaprio a UN Messenger of Peace with a special focus on climate change. UN Secretary-General Ban Ki-moon made the announcement Tuesday, Sept. 16, 2014, calling DiCaprio “a credible voice in the environmental movement.” He also invited the actor to the upcoming UN Climate Summit planned for September 23. (Photo by Victoria Will/Invision/AP, File)

FILE - In this Dec. 15, 2013 file photo, American actor Leonardo DiCaprio poses for a portrait, in New York. The United Nations has named Leonardo DiCaprio a UN Messenger of Peace with a special focus on climate change. UN Secretary-General Ban Ki-moon made the announcement Tuesday, Sept. 16, 2014, calling DiCaprio “a credible voice in the environmental movement.” He also invited the actor to the upcoming UN Climate Summit planned for September 23. (Photo by Victoria Will/Invision/AP, File)

“Mi vida, compañero… Mi vida… Mi vida tiene que ser así. Siempre en ascenso”. Con estas palabras el misterioso triunfador hecho a sí mismo Jay Gatbsy le explicaba a Nick Carraway la ambición de materializar sus sueños de juventud. Las pronunció un ya afamado Leonardo DiCaprio en El gran Gatsby (2013), última adaptación de la novela de Fitzgerald a cargo de Bar Luhrmann, pero bien podría haberlas entonado en la vida real. Representante del auténtico sueño americano, DiCaprio anhelaba ver abiertas las puertas de Hollywood desde que daba clases de interpretación en su colegio de Los Ángeles, el John Marshall High School.

Hay quien dice incluso que Leo se sintió seducido por el mundo artístico incluso antes de nacer. Al menos así lo acredita su madre Irmalin, que le puso el nombre en referencia a DaVinci. Al parecer, la secretaria de origen alemán estaba visitando la galería de los Ufizzi en Florencia cuando, al situarse frente a un cuadro del pintor e inventor renacentista, el bebé comenzó a dar patadas. Leonardo Wilhelm DiCaprio vino al mundo en 1974 y pronto cambió el salón de actos del colegio por los platós de publicidad y estos, a su vez, por la gran pantalla, donde su simple presencia se convirtió, con el tiempo, en garantía del éxito en taquilla.

Después de pequeños papeles en televisión en series como Santa Bárbara y Los problemas crecenparticipó de forma discreta en el filme de terror Critters 3, en 1991. Su gran oportunidad llegaría, en cambio, dos años más tarde, cuando fue elegido, entre cuatrocientos candidatos, para dar vida al hijo maltratado de Robert de Niro en Vida de este chico (1993). La película de Michael Caton-Jones le puso en el punto de mira de Lasse Hallström. El director sueco veía en el joven actor de diecinueve años el perfil perfecto para su nueva cinta, ¿A quién ama Gilbert Grape?, donde compartiría protagonismo con Johnny Depp. Su magnífica interpretación de Arnie, hermano con discapacidad mental del personaje de Depp, le valió sendas nominaciones en 1994 a Mejor Actor de Reparto al Oscar y al Globo de Oro, que finalmente terminó consiguiendo.

Leonardo DiCaprio junto a Johnny Depp en '¿A quién ama Gilbert Grape?'
Leonardo DiCaprio junto a Johnny Depp en ‘¿A quién ama Gilbert Grape?’

Con el respaldo de la crítica, DiCaprio empezaba a hacerse un nombre en el estrellato hollywoodiense. Después de cambiar de registro con el western Rápida y mortal (1995) y el drama Diario de un rebelde (1995), el intérprete encandiló a las adolescentes de medio mundo con Romeo+Julieta (1996), una modernización del mito de William Shakespeare en el compartía pantalla con Claire Danes. Sin embargo, el verdadero éxito internacional le llegó de la mano de James Cameron. Hoy en día nos resulta difícil imaginar un Jack Dawson que no esté interpretado por él. Si la versión del clásico de Shakespeare le convirtió en un ídolo juvenil, Titanic (1997) le posicionó como una estrella del cine comercial. La superproducción del fatídico transatlántico consiguió once Óscar y DiCaprio obtuvo su primera nominación en los Globos de Oro en la categoría de Mejor Actor principal.

Lejos de demostrar que era ‘flor de un día’, DiCaprio continuó aumentando su registro interpretando personajes variados e, incluso, alguno de ellos bastante similar a él mismo. Quién sabe si Woody Allen se inspiró en Leo para concebir a Brandon Darrow, esa joven estrella de cine que comienza a ser acosada por una multitud de seguidores. Su colaboración con Allen en Celebrity (1998) y su papel en El hombre la máscara de hierro (1998) acrecentaron la estela que había instaurado Titanic. Su caché pasó de los 2,5 millones de dólares a los veinte en la película La playa (1999), pero eso no impidió que el proyecto fuera un fracaso comercial.

DiCaprio decidió tomarse un respiro y se alejó de los focos hasta 2002, cuando quiso volver a la pantalla de la mano de dos de los grandes cineastas contemporáneos, Steven Spielberg y Martin Scorsese. Con el primero rodó Atrápame si puedes (2002), donde daba vida al escurridizo ladrón Frank W. Abagnale, que huía de un agente del FBI interpretado por Tom Hanks. Con el segundo rodó Gangs of New York (2002), un drama en el Nueva York de la Guerra de Secesión que inició una estrecha amistad entre actor y director, que les llevó a trabajar juntos en otras cuatro ocasiones. Protagonizó El aviador (2004), Infiltrados (2006), Shutter Island (2010) y El lobo de Wall Street (2013) y aún le quedó tiempo para ponerse a las órdenes de Edward Zwick en Diamantes de sangre (2006), Sam Mendes en Revolutionary Road (2008), Christopher Nolan en Origen (2010) y Tarantino en ‘Django Desencadenado(2013).

Leonardo Dicaprio en 'Diamantes de Sangre'
Leonardo Dicaprio en ‘Diamantes de Sangre’

Nominado en cinco ocasiones al Oscar, tuvo que matar a un oso y esperar a 2016 para lograr la ansiada estatuilla por su papel en El renacido (2016). La película de Iñárritu, asegura DiCaprio “es el trabajo más duro que he hecho en mi vida. También el que más me ha dado, porque en su mayor parte lo que ves es real y eso se siente. Nos embarcamos en una aventura tan salvaje como la naturaleza que disfrutamos, donde lo que ves es nuestra reacción a esos lugares tan increíbles por los que nos perdimos”.

Lo cierto es que al intérprete esto del amor por la naturaleza no le resulta novedoso. Conocido por su labor ecologista, es todo un activista medioambiental y está comprometido con el calentamiento global (creó la Fundación Leonardo DiCaprio) y la preservación de las especies en extinción. De hecho, estuvo a punto de perder de la vida por un animal cuando, en 2007, acompañaba a unos activistas que alimentaban a tiburones blancos. “Es mi gran pasión, algo en lo que he estado involucrado los últimos 15 años. Y no es que sea una época emocionante para hablar de ello, sino que es más bien aterradora. Yo voy a hacer todo lo posible para que la gente se conciencie y se involucre”, asegura. Recientemente, ha estrenado el documental Before the flood, que protagoniza y produce junto a Martin Scorsese.

 

Gran aficionado al arte (posee una gran colección particular) y con fama de conquistador, el actor elige minuciosamente sus papeles cinematográficos. Tiene esa suerte, o más bien el derecho, que le han otorgado las más de treinta películas que ha protagonizado. Viajó a la Verona más moderna de la mano de Claire Danes para después desembarcar en el naufragio más conocido de la historia. Recorrió el mundo esquivando innumerables veces a Tom Hanks y se volvió loco por Michelle Williams después de aterrizar en la Sierra Leona más ilegal. Se transportó al subconsciente ajeno, al oeste terrateniente americano y a la fría estepa canadiense. Y todo ello con la misma actitud que le llevó a ponerse por primera vez delante de una cámara para protagonizar el anuncio de una conocida marca de leche.

Romeo, Jack, Frank, Teddy, Danny, Dom, Calvie, Hugh… no importa cuántos nombres acumule o personajes interprete. DiCaprio se desdobla en cada papel que consigue y explora matices de su personalidad que, hasta entonces, desconocía. En una ocasión, aseguró que quiso ser actor para descubrir “nuevos comportamientos”. Sin embargo, en cada uno de sus papeles siempre está presente ese carisma azulado de su mirada y esa capacidad camaleónica que ya le han convertido en el ‘rey del mundo’ de la interpretación. Era Jay Gatsby quien anhelaba un ascenso meteórico, pero ha sido Leo quien lo ha conseguido.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.