Efectos secundarios

Si eres de los que no lee el prospecto de los medicamentos antes de usarlo, después de ver Efectos secundarios quizás te vuelvas un poco hipocondríaco. Un thriller de Steven Soderbergh en forma de rompecabezas que se convierte elegantemente en una realidad sobre la depresión clínica y la mala praxis psiquiátrica.

 

Emily (Rooney Mara) y Martin (Channing Tatum) son una próspera pareja neoyorquina cuyo mundo se desmorona cuando Emily intenta suicidarse. Incapaz de superar su depresión, Emily acepta seguir una nueva medicación recetada por su psiquiatra, el Dr. Jonathan Banks (Jude Law), pensada para calmar la ansiedad. Pero el fármaco comienza a tener inesperados efectos secundarios que amenazan con destruir las vidas de todos los implicados.

Mezcla de thriller y cine de denuncia, ‘Efectos secundarios’ parece la reacción psicosomática de un depresivo que a mitad del trabajo decide que no puede más y se atiborra de pastillas. La película empieza como un sobrio y contundente drama sobre la depresión. A través del personaje interpretado por Rooney Mara, el director se acerca al fatigoso día a día de una mujer deprimida. Mientras vemos sus dificultades para sobrellevar la enfermedad, descubrimos el lucrativo negocio que se mueve alrededor de la misma. Soderbergh denuncia la ligereza con la que los psiquiatras recetan fármacos en complicidad con la industria farmacéutica y muestra los intereses económicos que hay detrás de nuestra tristeza.

Además, esta película supone el retorno de una desaparecida Catherine Zeta-Jones, que se ha tomado un tiempo para poder cuidar de su marido, el también actor Michael Douglas, que padece cáncer. 

 

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