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El disputado voto del señor Cayo

 

Escena de la película de título homónimo de la novela de Delibes, que llevó a la pantalla Antonio Giménez-Rico con un exquisito reparto que cuenta con figuras como la de Paco Rabal o Juan Luis Galiardo.

Ahora que las campañas electorales están en su punto álgido y la gente prepara sus votos para las elecciones municipales del 24 de mayo, Cultura Joven os recomienda una novela corta, fresca, de contrastes, sin ideología y profundamente humana. Se trata de El disputado voto del señor Cayo, de Miguel Delibes. Una de las novelas más desconocidas del autor de Cinco horas con Mario, que escribió después de la dura pérdida de su mujer, Ángeles de Castro. En esta narración conviven el humor, la sorpresa, el choque entre el lenguaje universitario y el casi primitivo de un aldeano, que parece no haber salido nunca de entre los montes y los árboles que le rodean.

Días previos a las Elecciones Generales de España en 1977, tres representantes (dos hombres y una mujer) de un partido político, cuyo nombre no sabemos, pero por cómo y de qué hablan podemos intuir que es de izquierdas, salen de la ciudad rumbo al campo castellano en busca del voto más remoto.

En un pueblo deshabitado a causa de la emigración, se topan con el señor Cayo, un anciano de 83 años que vive su vida tranquilamente con su mujer muda, en sus quehaceres del campo y de la casa. Preguntado por los jóvenes si había alguien más en el pueblo, el señor Cayo les quita la mirada con recelo y les dice:

-Como quedar -dijo el viejo indicando la escriña la calleja- también queda ese, pero háganse cuenta de que si hablan con ese no hablan conmigo. De modo que elijan.

El relato cuenta los hechos transcurridos en un solo día, pero para los urbanitas universitarios, que se encuentran con ese mundo rural, mágico y primitivo, completamente desconocido para ellos, el tiempo pierde su cauce cronológico por las historias que cuenta el señor Cayo y por las espontáneas y naturales personificaciones del mundo vegetal y animal.

Al sacar el tema de las elecciones, uno de los representantes del partido político le pregunta al anciano qué opción va a votar. Y él les dice:

-Lo más seguro es que vote que sí, a ver, si todavía vamos a andar con renconres…

Rafa se echó a reír. Levantó la voz:

-Que eso era antes, joder, señor Cayo. Esos eran los inventos de Franco, ahora es diferente, que no sabe usted ni de qué va la fiesta.

La quietud y el sentir cálido y apacible que experimentan los aspirantes a políticos, que parecen haber salido de su mundo urbano por un instante, se trunca cuando otro partido de ideología opuesta llega al pueblo y se confrontan, y sucede delante del señor Cayo la misma historia trágica de las dos Españas.

Una novela, en definitiva, sobre la intrahistoria en una jornada de campaña electoral.

Antonio F. Jiménez

Periodista. 1992. Bullas (Murcia). Vivo en Madrid y curso el máster en periodismo cultural de la Universidad San Pablo CEU. Siento nostalgia por los hombres del tiempo, como José Antonio Maldonado o Paco Montesdeoca, y por la antigua sintonía de Informe Semanal. Me gusta el olor de los caldos y el rancio de los libros viejos.

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