DE RESACÓN A RESACÓN Y TIRO PORQUE ME TOCA

Sí. Lo han vuelto a hacer. El grupo de amigos más fiestero y alocado ha regresado a la gran pantalla para demostrarnos, una vez más, que ellos hacen todo a lo grande. Por ello, no sufren una simple resaca postfiesta, ellos tienen “resacones”…  Vaya si los tienen y para muestra Resacón en las Vegas 2. Ahora en Tailandia (Warner Bros. Pictures).

Así, no contentos con liarla el verano pasado en Las Vegas, ahora dejan su particular huella en Tailandia y es que Brandley Cooper, Ed Helms, Justin Bartha y Zach Galifianakis se vuelven a meter en la piel de esta pandilla de amigos para trasladarse, en esta ocasión, hasta el país asiático en donde tendrá lugar la boda Stu Price (Ed Helms), el odontólogo que quedó desdentado en la primera parte y que ahora, para no caer en el mismo error, decide decir adiós a su soltería rodeado de sus amigos en un ameno desayuno.

No sabe que ellos no se conforman con un simple encuentro y le tienen preparada otra de sus recordadas salidas nocturnas antes de que se case. Si logran llegar a tiempo, claro…

Resacón en Las Vegas 2 sigue la línea de su antecesora Resacón en Las Vegas y juega de nuevo con lo desconocido tanto para los personajes como para el espectador que irán descubriendo conjuntamente qué sucedió exactamente aquella frenética noche. Sin embargo, no contentos con desbaratar sus vidas ahora arrastran, para rizar aún más el rizo, al hermano de la novia, un niño prodigio que se prepara para ser médico.

Stu Price, Phil, Doug y Alan tendrán que volver recopilar la información necesaria para descubrir qué hicieron en Bangkok la noche anterior. La buena noticia es que a la mañana siguiente están los cuatro. ¿La mala? Falta el hermano de la novia…

El humor ácido y la provocación se vuelven a unir en esta comedia disparatada, que roza en algunas escenas lo obsceno y escatológico. La acción se alarga demasiado para la simple anécdota que se relata, aunque esto no invita al aburrimiento. Pues se mantiene el interés, gracias a la curiosidad que despierta la utilización del flash-back, ya que la película comienza con la escena final y retrocede en el tiempo para contarnos cómo empezó todo.

Además, no se terminan de proporcionar todos los datos que componen este alocado puzzle hasta que no llegan las atrevidas e inesperadas fotos que ponen punto y final a la historia.

¿Conseguirán recomponerse de este resacón? ¿Llegarán a tiempo a la boda o les pasará factura el desenfrene de la noche anterior? Ahora bien, ¿Aprenderá este grupo de amigos la lección o seguirá llevando sus grandiosas fiestas alrededor del mundo? Puede que sí, puede que no, pero no hay que olvidar que el hombre es el animal que tropieza dos veces sobre la misma piedra… ¿Habrá una tercera?

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