Los elefantes, los relojes, las mantis, los caracoles, los huevos… y una infinidad de símbolos más se le pueden atribuir. Por ello, se le puede nombrar como el hombre de los signos. 25 años han pasado ya , desde que Salvador Dalí (11 mayo 1904-23 enero 1989) dijo adiós a este mundo real o surreal como bien él reflejaba en sus obras. Y de homenajes va la cosa. Por ello, Cultura Joven ha querido recordar a uno de los pintores por referencia en el mundo del arte del siglo XX.
Después de atraer a más de 730.000 personas a la exposición dedicada al genio del surrealismo, que terminó el pasado septiembre en el museo Reina Sofía de Madrid, Dalí sigue en la persistencia de la memoria, como bien dice una de sus obras, de todos nosotros.
Y es que con motivo del 25 aniversario de su muerte, el próximo 4 de febrero se subastará en Londres, en la casa de subastas Bonhams, una escultura cuyo nombre es el Elefante del Tirunfo (Elephant du Triomphe), la cual está valorada alrededor de unos 363.300 euros. Una escultura de un elefante color verde esmeralda, de largas patas. Un animal que todos vemos en la memoria al pensar en Dalí y sus elefantes tan característicos. Sobre él se sitúa un ángel dorado que toca la trompeta. Tres metros de alto de obra que fue concebida por Dalí en 1975, y fundida en 1984.
Alguna simbología de Dalí
-Ángel dorado: anuncia la nueva era, y la trompeta que posee significa el anuncio de buenas noticias según la casa de subastas Bonhams.
-Elefantes: es uno de los símbolos favoritos del artista. Unos signos que utiliza en su obra entre 1903-1989- Para Dalí estos elefantes representaban el futuro. Unos animales, también conocidos como los elefantes dalinianos, que representa el artista en muchas de sus obras La tentación de San Antonio (1946), Gala y Tigres (1944), Los elefantes (1948). Elefante característico por ser muy estilizado de largas e infinitas patas como si de una jirafa se tratase, cuyo creador definía como “distorsión del espacio con sus agudas patas contrastando la idea de ingravidez”.
-Huevos: entre las teorías que existen, es que de pequeño Dalí quería ser cocinero. Entre sus alimentos preferidos estaban el pan y el huevo. Él en el huevo quería representar la fecundidad, además de relacionarlo con el útero de su madre. Para Dalí era un símbolo que significaba el hogar. El juego de lo blando y lo duro.
-Langosta: evocación artística de la automutilación.
-Mantis religiosa: representa la sexualidad inofensiva de Dalí.
-Reloj blando: representa una obsesión del hombre en el siglo XX, el espacio-tiempo. Un aspecto que representa gran parte de la obra de Dalí. El reloj lo representa como blando, ya que no sirve, no funciona. Simboliza la idea de vivencia, y no la parte racional. Estos relojes el pintor los hizo porque se inspiró en el queso camembert, derritiéndose por el calor.
Y es que el Elefante del Triunfo, es una obra que en la década de 1970 el catalán dejaba entrever símbolos científicos, religiosos y futuristas. Una escultura que quien pueda permitírselo podrá exponer en el propio salón de su casa, y podrá “presumir” de la inscripción que lleva grabada (“4/8”) , cuyo significado es ser la cuarta de una serie de ocho esculturas que el artista creó a mediados de los 70.
No ha querido faltar a este homenaje la Fundación Gala-Salvador Dalí , que el pasado 13 de enero compró a un coleccionista extranjero, que ha preferido mantenerse en anonimato. El llamado Carreto fantasma (1933), un cuadro de óleo sobre madera, que se compone de una carretilla que se dirige a una población. Una obra que, sin dudarlo, será motivo de largas colas de espera en la sala del Tresor del Teatro-Museo Dalí de Figueras, cuyo homenaje coincide con el 40 aniversario del museo catalán.
Un artista en todos los sentidos, ya que además de escultor y pintor desde muy pequeño su pasión era el cine. Por eso, en 1914 abrió una sala en su ciudad natal. Entre las películas en las que Dalí colaboró fue de las más recordadas Un perro andaluz. Una cinta que puede ser la muestra de lo que fue para Dalí y Buñuel el cine. Otra de sus colaboraciones fue la que hizo junto a Walt Dsiney en el corto Destino. Un corto que realizaron en 1946, que tardó en salir a la luz, hasta que en 2003, el sobrino del creador de Mickey Mouse, la hizo pública para todos. Esta relación entre el pintor y Walt Disney, se formó gracias al rodaje que Dalí hizo con Hitchcock de la película Recuerda (1945), donde el pintor realizó parte de la escenografía.
Algunas de sus obras:
–Muchacha de la ventana (1925)
–Monumento imperial a la mujer niña (1929)
–Profanación de la Hostia (1930)
-El hombre invisible (1930)
–La persistencia de la memoria (1931)
–Huevos fritos en un plato sin el plato (1932)
–Teléfono afrodisiaco blanco (1936)
–La metamorfosis de Narciso (1937)
–Niño geopolítico mirando el nacimiento del hombre nuevo (1943)
–La cesta de pan (1945)
–Cristo de san Juan de la cruz (1951)
–Galatea de esferas (1952)
“Desde mi infancia, tengo una viciosa manera de ser que hace que me considere distinto al común de los mortales. Es algo que dura todavía, y sigue dándome buenos resultados». Salvador Dalí.
Porque como bien él dijo, ya desde pequeño llamaba la atención por su peculiar forma de ser, una forma de ser, que tiene mucho que agradecerle el mundo del arte, y todos aquellos que quieren descubrir y aprender de él, y es que si algo está claro es que Dalí, pasen los años que pasen, siempre persistirá en la memoria de todos nosotros.
