El poeta granadino Luis García Montero regresa a la prosa con su segunda novela No me cuentes tu vida. Un libro que se centra en la historia y vida diaria de una familia, para unir así a un padre y a un hijo, que debido a los cortes generacionales piensan no tener nada en común, pero que en definitiva son iguales.
Las brechas entre generaciones con el paso del tiempo se vuelven aun más grandes. Los cortes generacionales y las circunstancias de un país en cada momento determinado marcan también el porvenir de las personas. La vida de un hijo de 23 años en la época actual dista mucho de la de su padre durante la época de la Transición en nuestro país. Nosotros, los jóvenes, en muchas ocasiones huímos de las historias que nuestros padres, tíos o abuelos cuentan en las comidas familiares, ésas que a veces resultan tan pesadas. Quién no ha pensado alguna vez “por favor, que se callen ya” o hemos espetado bruscamente en una de esas reuniones “papá no me cuentes tu vida, esos eran otros tiempos”.
Sin embargo, a pesar de pertenecer a diferentes épocas, la vida sigue su curso, y no es posible vivir hoy en esta España, sin entender o al menos reflexionar un poco sobre su pasado. El de un país que vivió cuarenta años en dictadura y que resurgió de sus cenizas para avanzar hacia la prosperidad, esa que hoy parece tambalearse. Por el camino quedaron muchos compatriotas, que todavía hoy buscan justicia en alguna cuneta de nuestras carreteras. Lo que algunos quieren mantener en el olvido, no puede quedarse ahí, pues la lucha de tantos hombres y mujeres merece su reconocimiento. Y es que resulta imposible avanzar sin que las heridas cicatricen.
No me cuentes tu vida, la segunda novela del poeta granadino Luis García Montero, nos acerca a conocer estas dos épocas a través de Juan y Ramón, un padre y un hijo con una relación familiar cordial, pero superficial, en el que ninguno conoce los miedos, ni los secretos del otro. Con el objetivo de poner fin a esta situación, Juan decide escribir su vida en un cuaderno para que su hijo conozca sus raíces y el pasado de su familia. Todo ello, mientras la vida de Ramón va dando un vuelco increíble, ya que sale de su letargo, gracias a la muchacha que trabaja en casa y de la que se ha enamorado, para emprender así una nueva vida juntos.
De esta forma, García Montero incide en el paso de estas dos generaciones, aparentemente distintas, pero tan iguales a su vez. No me cuentes tu vida, huye de grandes escenas y acontecimientos surrealistas, pues en numerosas ocasiones, la cotidianidad de la vida se vuelve mucho más apasionante.
