Cuatro grandes del cine europeo. Resultado, Centro Histórico

Escena del ascensor
Escena de la película " Centro Histórico" , episodio del director Pedro Costa

Si juntamos a cuatro grandes del cine europeo como el finlandés Aki Kaurismäki, el español Víctor Erice, y los portugueses Manoel de Oliveira, y Pedro Costa ¿qué puede salir? Ni más ni menos que Centro Histórico. O como bien se dice en portugués, Histórias do Cinema. Un documental portugués nada comercial, que bien puede considerarse una buena noticia para el mundo cinematográfico.

El film, un drama independiente estrenado el 20 de diciembre, acompaña al espectador en torno a cuatro historias ambientadas en Guimarães, una ciudad del norte de Portugal, en la que surgió esta oportunidad tras ser nombrada capital europea de la cultura. La propia ciudad encargó su realización a estos cuatro directores, cuyo objetivo consistía en captar la identidad del lugar, además, de dar a conocer que Guimarães fue la antigua fundadora de Portugal.

Cuatro episodios, al fin, enmarcados en el umbral real-ficción, y en el que cada uno de sus cineastas observa su propio punto de vista de la ciudad en busca de historias que no se aprecian a simple vista.

"Centro Histórico"
Cartel de la película «Centro Histórico»

 

Aki Kaurismäki

El largometraje comienza con El tabernero, un episodio narrado por Aki Kaurismäki (Orimattila, Finlandia, 1957)que cuenta la historia de un camarero solitario en un bar prácticamente abandonado de la ciudad. Un retrato delicado que el cineasta finlandés consigue en todos sus detalles, a través de una interpretación sin apenas diálogo. Se refleja un hombre solitario que no es sólo en el trabajo, sino que también acoge esta soledad en su lado personal.

Afincado desde hace 25 años en Portugal, el director de películas como  Lights in the Dusk (2006) o Le Havre (2011), fundó la compañía de producción y distribución, Villealfa junto a su hermano Mika, también cineasta. Ambos son responsables de más de la mitad de la producción cinematográfica finlandesa desde 1980.

Pedro Costa

Dulce exorcista, es la mirada en Centro Histórico de Pedro Costa (Lisboa, 1959), autor de Memories (2007) y Ne Change Rien (2009). Su historia trata de seguir a un hombre perdido en un bosque, mientras sucede de fondo la Revolución de los Claveles en plena ciudad. Dos escenarios (un bosque y un ascensor de hospital junto a un soldado verde, imagen clave del capítulo) y un hombre, Ventura (mismo personaje que utiliza el director en Juventud en marcha (2006). Culpa y arrepentimiento son algunos de los sentimientos que refleja Costa en este episodio, donde se puede gritar sin abrir la boca.

El director presenta una vez más su estilo de la perfección espiritual para mostrar a la gente marginada en situaciones de locura.

Víctor Erice

En Vidrios partidos, el español Víctor Erice (Carranza, Vizcaya, 1940) observa como si de un documental se tratara, la fábrica textil más grande de Europa. Un plano fijo durante su mediometraje y unos trabajadores en ese mismo escenario contando su historia y experiencias en la fábrica. Uno de los mejores testigos de este episodio, se encuentra en la pared. Una fotografía en blanco y negro del comedor de ese mismo lugar. Erice sigue mostrando su talento poético y reflexivo que refleja en cada una de sus cintas.

Autor de otros largometrajes como El espíritu de la colmena (1973), El sur (1983) y El sol del membrillo (1992), Erice estudió en el Instituto de investigaciones y Experiencias Cinematográficas.  

 Manoel de Oliveira

El conquistador, conquistado, es la historia que narra Oliveira para cerrar la película, que hace reflexionar sobre la utilización de los símbolos en cada ciudad. El escenario es el centro de Guimarães. Un grupo de turistas se acercan a la estatua de Alfonso Ennríquez, el primer rey de Portugal, para fotografiarla. Un toque cómico por parte del director, que muestra la seguridad de poder captar la realidad con su cámara, una realidad que a la vez les es esquiva.

A sus 105 años, Manoel de Oliveira (Oporto, 1908) sigue mostrando al mundo el arte que crea a través de sus films.

El portugués, estudió actuación pero se decantó por la dirección. Su primera película fue Douro, Faina Fluvial (1931). Entre los últimos films de este incansable cineasta se encuentran El extraño caso de Angélica (2010) y O Gebo e a sombra (2012). Su próximo proyecto, O velho do Restelo, comenzará en 2014.

Un largometraje de 90 minutos que muestra una vez más la capacidad cinematográfica de estos cuatro grandes del mundo audiovisual, unidos por el hijo argumental de una pequeña ciudad portuguesa, y en la que se trata de recordar a la clase obrera.

María Páez Sánchez

Periodista en proceso de especialización en la cultura, a la que le apasiona su trabajo, que desea hacer cosas nuevas siempre, y con un alto grado de curiosidad del mundo que nos rodea.

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