Cuando el sexo ya no vende… tanto

Cartel The Hole

SEC.1 .- ESCENARIO DEL TEATRO CALDERÓN. INT. NOCHE.

¡Damas y caballeros, bienvenidos al agujero! Aparece en escena el MAESTRO DE CEREMONIAS (Álex O’Dogherty) quien enseguida consigue que el público se revuelva en sus asientos, excitados y expectantes por el espectáculo que van a ver.

SEC.2.- PANORÁMICA SOBRE EL PÚBLICO ASISTENTE. Sábado por la noche y el aforo está medio vacío… Mala señal. ¿Será por la mala impresión de quienes esperaban encontrar a un Paco León que, si bien fue creador del montaje, y maestro de ceremonias durante un tiempo, no aparece ya en las dos horas que dura la representación?

 

SEC. 3.- P/C de la redactora, quien se da cuenta de que esto no es, ni de lejos, el Cabaret de Bob Fosse, y de que es mejor abandonar la idea peliculera. Podemos leer en su rostro la desilusión.

Y así sigue la cosa. The Hole, decepciona. Acrobacias aéreas que en el primer número impresionan, en el segundo entretienen y en el tercero aburren. Todo en exceso cansa. Incluso las referencias al sexo.

El propio Alex O’Dogherty, malacostumbrados como nos tiene a su brillantez, se desinfla en la segunda parte; aunque rompiendo una lanza a su favor, poco más puede hacer con el guión que le han dado: la relación amorosa que mantiene con la rata María del Mar hace agua en sentido figurado y escénico.

Salvamos también de la pira al genial, genial, grupo vocal Primital Bros, que enlaza unos números con otros; la actuación de Vinila Von Bismarck (se nota cuando hay tablas); y el número de “straps” que protagoniza Omar Cortés.

Menos suerte tienen los números de Dilya Abdulaeva o de Huit Huit. Sólo la falta del platillo y el redoble de tambores nos recuerda que no estamos en un circo. En un circo de los monstruos.

En resumen, mucha acrobacia para tan poco O’Dogherty.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.