Concha Velasco desgarra en «Hécuba»

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Cuando termina la escasa hora y media que dura Hécuba, (la gran tragedia griega de Eurípides que ha recibido durante el pasado 2013 el aplauso de público y crítica en teatros tan destacados como el de Mérida, Valencia o Málaga, y que llega ahora al Teatro Español de Madrid), una tiene la sensación de que el tiempo se le ha pasado tan rápido que no le habría importado “disfrutar” media hora más de este desgarrador relato.

Y este hecho, teniendo en cuenta que se trata de la dura y triste historia de una mujer que sufre lo indecible por haberlo perdido todo, es infinitamente más que un simple logro. Algunos de sus ingredientes para conseguirlo: una Concha Velasco en su mejor papel, intensa y llena de rabia, una compleja y efectista puesta en escena de su director, José Carlos Plaza, y una fuerza adolorida y penetrante que traspasa al espectador y le deja poso. Pero hay mucho más…

De primeras, y sin duda alguna, es imposible hablar de Hécuba sin hablar también de Concha Velasco. Y es que la actriz vallisoletana, una de esas artistas polifacéticas que lo ha probado prácticamente todo, todavía no había tenido, sin embargo, la oportunidad de deleitarnos con un papel de tragedia griega. Ahora, (¡al fin!) coge las riendas de este género y nos regala la representación de su vida.

hecuba_port_0Porque a una Hécuba colérica, que rezuma odio después de haber perdido a su familia y ser esclavizada por los ganadores de la guerra de Troya, Velasco le imprime su sello más digno y sobrecogedor construyendo el arrebatador personaje de una madre a la que quieren quitarle a su hija por deseo expreso del fantasma de Aquiles, que demanda el sacrificio de una hija de los reyes troyanos como condición para que los aqueos puedan regresar a sus casas. No titubea ni un ápice la actriz en la ejecución de su personaje, llenando el escenario con sus quejidos, lamentaciones y llantos que, aunque dramáticos, muestran también la clásica contención de la tragedia griega en sus expresiones equilibradas y en absoluto desmedidas.

Nada que reprochar tampoco al resto del elenco, entre los que cabe destacar a María Isasi, que interpreta a Políxena, la hija de Hécuba. De todos, ella es la única que puede atreverse a quitarle protagonismo a la Velasco en algún momento pues, aunque con menos diálogo de lo que a muchos nos gustaría por simples exigencias de guión, está soberbia cuando se entrega a su sacrificio con la altivez y la dignidad de una reina hecha esclava. José Pedro Carrión como Ulises y Juan Gea como el duro y atronador Agamenón, redondean el círculo.

La grandiosidad de las actuaciones se enmarca además en una compleja puesta en escena y en una adecuada escenografía de ruinas y escombros, situada en el campamento militar donde los griegos esperan para marchar una vez terminada la guerra de Troya.

Madrid esperaba ansiosa la llegada de Hécuba a sus escenarios. Ahora la espera se ha materializado al fin en una obra clásica que impresiona por su desgarrado sentimentalismo trágico y una Concha Velasco inmejorable. No se la pierdan…Pueden verla hasta el próximo 23 de febrero en el Teatro Español de la capital.

Nerea Sirera

Cinéfila, seriéfila y amante de la literatura y el teatro. Licenciada en Periodismo, siempre tengo un libro o una película entre manos. Soy de Alicante, Madrid y el mundo. Escribo en www.cineconella.com y en http://www.infoexpres.es/s6154-Los-acomodadores.html.

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